Thursday, October 28, 2010

El despertar de Francia...

Serge Halimi
Le Monde diplomatique
Traducido para Rebelión por Caty R

Francia no ha conocido manifestaciones de esta magnitud desde hace cuarenta años. La personalidad de Nicolas Sarkozy, su arrogancia, su deseo de aplastar al «adversario», han conseguido que un gran frente se agrupe contra él. Pero la oleada y las multitudes no se han originado por los caprichos de un hombre. Responden a la elección de una civilización injusta llevada a cabo, con la excusa de la crisis financiera, por los gobiernos europeos cuyo abanico de partidos va desde la derecha sin complejos hasta la izquierda que capituló. En Italia Berlusconi no hace ni más ni menos que los socialistas Georges Papandreu en Grecia o José Luis Rodríguez Zapatero en España. Todos ponen en peligro los servicios públicos y la seguridad social. Todos, para complacer a las agencias de calificación, pretenden hacer que paguen los trabajadores lo que costó al país el saqueo perpetrado por los bancos. Los cuales continúan ganando preservados de cualquier obligación de mostrarse «valientes» y solidarios con las generaciones futuras.

No es «la calle» que se agita, es el pueblo francés que sale a escena. Ninguna legitimidad de los gobiernos puede oponerse a su protesta. La Asamblea Nacional se eligió tras una campaña presidencial durante la que Nicolas Sarkozy escondió sus intenciones relativas a una reforma de las pensiones presentada después como la «marca» de su quinquenio. «El derecho a la jubilación a los 60 años debe permanecer», proclamó cuatro meses antes de su elección. Un año después, refiriéndose a un eventual aplazamiento de ese derecho, el nuevo presidente de la República insistía «No lo haré (…). Me comprometí con los franceses. No tengo potestad para hacerlo. Y esto es importante para mí».

Gobernados ya por un tratado constitucional europeo rechazado masivamente por referéndum y que los elegidos de derecha (respaldados por algunos socialistas) impusieron por vía parlamentaria, los franceses se manifiestan también contra el autoritarismo despectivo del poder. Los jóvenes se han dado cuenta de lo que les espera. A medida que el capitalismo encadena las crisis, endurece su lógica. Para mantenerse, primero tiene que hundirse la sociedad: evaluaciones permanentes, competencia entre los trabajadores, desgaste del trabajo. La última entrega del «informe Attali» ya recomienda la congelación del sueldo de los funcionarios hasta 2013, la transferencia a los pacientes de una parte de la carga económica de las enfermedades de larga duración (cáncer, diabetes), aumento del IVA, todo, por supuesto, manteniendo el «escudo fiscal». «Tenemos ante nosotros diez años de rigor», ha vaticinado con glotonería el ex consejero especial de François Miterrand, que ha hecho hincapié sobre el rigor del ahorro.

El pasado 7 de octubre un manifestante estudiante de secundaria explicaba el sentido de su lucha: «Primero es la enseñanza, la escuela. Después el trabajo, lo más duro. Y después la jubilación, la recompensa. Si nos roban la recompensa, ¿qué nos queda?» Los liberales ironizan sobre esos jóvenes extrañamente preocupados por su jubilación. No se dan cuenta de esa ansiedad acusadora de las políticas que han llevado a cabo desde hace treinta años y que están desembocando en un futuro sin esperanza.

Las manifestaciones y las huelgas son el mejor modo de revertir ese destino.

Monday, October 25, 2010

La leyenda de Pegaso el caballo alado...


Pegaso ha sido uno de los caballos mitólogicos más llevados al cine al igual que el unicornio y medusa.

Pegaso es un caballo alado. Su nombre proviene de la palabra griega phgh, que significaba manantial, pues se decía que había nacido en las fuentes del Océano.

Cuenta la leyenda que allá donde pisaba Pegaso, el agua brotaba mágicamente de su huella.

Hay varias versiones de su nacimineto. Por un lado se decía que había nacido del cuello de la Gorgona, cuando Perseo la mató en el mar.

En esta perspectiva, resulta que su padre es Poseidón, y Crisaor su hermano gemelo.

Otra versión sostiene que nació en la tierra, fecundado por la sangre derramada de la Gorgona, cuando Perseo la mató.

Una vez que nació, Pegaso fue al Olimpo, donde se puso a las órdenes de Zeus, al llevarle el rayo.

El papel de Pegaso más importante es en la leyenda de Belerofonte, sobre la que hay diversos argumentos. Por un lado, se decía que Pegaso había sido regalado a Belerofonte por la diosa Atenea (diosa de la sabiduría), pero según otras historias fue Poseidón el que dio el caballo a Belerofonte.

También se contaba que el héroe lo había encontrado, cuando bebía en la fuente de Pirene.

Fue gracias a Pegaso que Belerofonte pudo matar a la Quimera y lograr por sí solo la victoria sobre las Amazonas.

Cuando Belerofonte muere, Pegaso volvió a la morada de los dioses. Tiempo después, se dio el concurso de canto que enfrentó a las Musas con las hijas de Píero.

El Monte Helicón estaba muy complacido por la belleza de las voces, por lo que empezó a crecer amenazando con llegar al cielo.

Al ver el peligro, Poseidón le ordenó a Pegaso que fuera y golpeara a la montaña con uno de sus cascos para ordenarle qe volviera a su tamaño normal, a lo que la montaña obedeció dócilmente.

Pero, en el lugar donde Pegaso la había golpeado brotó la Fuente Hipocrene, o Fuente del Caballo.

Por último, Zeus lo convirtió en Constelación, para que fuera eterno. Cuando esto sucedió, un pluma de sus alas cayó cerca de Tarso, y así la ciudad adoptó su nombre.

Friday, October 22, 2010

Los candidatos de la partidocracia Dominicana: Cáscaras del mismo palo...

Por: Narciso Isa Conde

Me refiero a los principales aspirantes a la presidencia de los dos partidos del sistema bipolar existente en nuestro país: Leonel Fernández (actual presidente en busca de su segunda reelección y cuarto periodo) y Danilo Medina segundo al mando del partido oficial y ex ministro de la Presidencia) por el Partido de la Liberación dominicana (PLD); y Miguel Vargas Maldonado (presidente del partido y excandidato) e Hipólito mejía (ex-presidente república) por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Uno dice ser “El destino”, otro se hace llamar “Papá”, el tercero tiene olor a Marbella y el cuarto luce “tranquilo”, pero hay mamá (por aquello de “líbrate del agua mansa”…).

El dólar “no debió subir”, dice el gobernador del Banco Central; pero subió, y eso es lo que cuenta.

Subió la factura eléctrica.

Subieron los huevos, el pollo y la cebolla.

Y el “hombre destino” -desde su millonaria fundación FUNGLODE (propiedad de Leonel Fernández y una especie de “cuerpo del delito” de su gestión presidencial)- exhortó, después de más de 10 años de gobierno, a luchar unidos contra la pobreza, como “si no tuviera vela” en ese entierro de la pobrecía.

Será un combate bajo la modalidad de matar a los(as) pobres de hambre y enfermedades curables; aunque a ese evento fúnebre irán solo los/as de su calaña.

Esto así, porque a la cada vez más precaria alimentación de grandes contingentes de dominicanos/as, se le suma el hecho de que solo el 30 % de las clínicas privadas reúnen las condiciones mínimas para brindar ese servicio vital y solo 23 hospitales públicos de los 153 existentes en el país, cumplen los requisitos para operar tan delicado tema.

Pero de todas maneras Bauta Rojas (ministro de salud pública) cree que su actuación le merece el título de “súper-ministro de salud”, emulando a Díaz Rúa (ministro de obras públicas) con sus cárteles de la construcción del Grupo Estrella y la Odebrech. Y es que su líder le ha inculcado a ambos que las payolas postmodernas (sobornos a los mass-media) tienen la formidable virtud de presentar lo virtual como real.

“El destino” le ha enseñado a sus subalternos/as esa seña.

Miren este otro ejemplo del arte de invertir los hechos y los valores: el país está en uno de los últimos lugares de la bolita del mundo en asimilación de moral y cívica, matemática, lengua española, física, química. . . tiene una de las asignaciones presupuestarias mas baja del continente americano… el desayuno escolar no sale de una intoxicación que pone en riego la salud y la vida de los(as) escolares… Pero el jefe máximo de esas habladurías virtuales, el presidente Fernández, proclama ante el mundo que estamos en plena “revolución educativa”, sentando las bases de “la sociedad de conocimiento” de Peter Drucker.

Con razón, Melanio Paredes, Ministro de Educación y fiel seguidor del nuevo aspirante a monarca, tiene la tranquilidad de espíritu para hacerse construir un ascensor que le permite llegar en su jeepeta de lujo hasta la puerta de su despacho, que para él equivale a la mismísima puerta del cielo.

El ex presidente Hipólito Mejía hizo el encuentro de “los militares con Papá”, donde habló de la deshonestidad de este gobierno; y lo hizo ante un buen número de ex-generales enriquecidos por él con los dineros del pueblo. Olvidó además con razón que el cártel de la droga del capo Quirino estuvo asociado a algunos de sus generales y ministros. Olvidó la tarjeta multimillonaria de crédito que le facilitó el auto-quebrado BANINTER a través de Pepe Goico (su jefe de seguridad personal) e innumerables actos de corrupción cometidos durante su gestión de gobierno.

Si requete deshonesto es el gobierno de Leonelito, bien parecidito en ese aspecto fue el de “Papá”.

Danilo, bien tranquilo, no quiere que le recuerden su “asociación de bienhechores” con el padrino Guaroa Liranzo (multimillonario contratista de la corrupción de Balaguer) en el prólogo y despliegue de la corrupción de Estado pele-balaguerista (del PLD con el partido de Balaguer) y se conforma -sin hablar de revertir el neoliberalismo, la dependencia, los TLC y la partidocracia- con aprenderse de memoria y repetir constantemente un programa de gobierno supuestamente desarrollista.

En realidad es una propuesta, cuyas partes regularcitas, sabrá olvidar a tiempo; como aconteció cuando le tocó ser el segundo al mando del gobierno morado y cuando tomó la decisión de aplastar con todas las malas artes al manganzón de Jaime David (ex aspirante a la presidencia y actual ministro de medio ambiente).

Y ahora viene con la vieja cantaleta del “turismo como motor del desarrollo”, como si nada hubiera pasado en las últimas décadas y como si las transnacionales del ramo fueran capaces de dejar a un lado su modelo y su voracidad.

Miguelito, desprovisto de toda gracia y bien provisto de una enorme fortuna fácil que le imprime un aire gerencial, está agarrado por el pichirrí por Diandino Peña (Ministro del Metro, amigo de Miguel Vargas y dador de contratas multimillonarias a su favor) y –sobretodo- marcado para siempre con la mancha indeleble del escándalo Marbella (la mayor operación de lavado de dinero europeo en el Caribe, en la que fungió de conexión dominicana).

En fin, no hay manera de que este palo, por demás podrido, genere cáscaras diferentes a estas. Ellas y muchas más son el producto, cada vez más degenerado, de un sistema político, una institucionalidad y un orden económico-social que hay que mandar al basurero de la historia; para reemplazarlo, desde un contra-poder fruto de la movilización patriótica y popular –y a través de todos los escenarios de competencia- por un nuevo poder constituyente de un Estado garante y promotor de todos los derechos, de una democracia participativa e integral y de una sociedad justa y solidaria.

Wednesday, October 20, 2010

El mito del galipote dominicano...


La leyenda cuenta que los viajeros usaban amuletos para protegerse de los galipotes al pasar por algunas comunidades.

La tradición mágica que cuenta del poder de hombres que pueden convertirse en animales, se materializa en nuestras leyendas en la figura del galipote.

No obstante, también se llama galipote a aquel hombre que se convierte en objetos inanimados, como troncos de árboles y piedras, a aquel que transfiere su conciencia a un animal, y al que por poderes mágicos han convertido en un animal para diversos fines.

Según la creencia los galipotes son crueles y violentos, de una fuerza tremenda y de una inmunidad increíble a las armas.

Otras leyendas aseguran que a estas criaturas solo les gusta hacer maldades a la gente, tales como impedir el paso a caminantes nocturnos, extraviarles el camino o espantarlos en las zonas oscuras.

No pocos parajes del país son tenidos como lugares de galipotes, y cuando es menester atravesarlos el viajero se vale de conjuros y amuletos para ahuyentar a estos seres.

El galipote que se convierte en perro se denomina lugaru. Este vocablo proviene del francés loup-garou, que designa al legendario hombre lobo o lobizón de la leyenda licantrópica universal.

Nuestro lugaru es una herencia de la tradición mágica europea con algunos elementos africanos, y como no hay lobos en el caribe, es el perro el que la encarna. Por otro lado, el galipote que camina dando zancadas de gran altura o vuela convertido en ave nocturna, se denomina zangano o zancu.

Se cuenta que este ser succiona la sangre de los niños durante las noches y es vinculado a supuestas actividades sexuales con infantes.

Dicen que también puede hacerse invisible. Los conocedores de estos seres, sostienen que solo son inmunes a la rama de un árbol llamado popularmente "palo de cruz", que tiene que ser cortada un Viernes Santo.

Thursday, October 7, 2010

MACHOS VIOLENTOS...


De Ligia Minaya / Escritora

Los machos violentos no se dan cuenta que dependen de una mujer hasta para ir al baño: Nacen del cuerpo de una mujer. Se alimentan del seno de una mujer. Dicen sus primeras palabras porque se las enseña una mujer. Aprenden a caminar y van a la escuela de la mano de una mujer. Dan sus primeros pasos en el amor por una mujer. Forman familia y tienen descendencia por una mujer. Comen porque una mujer les prepara la comida. Se visten porque una mujer les lava y les plancha la ropa. Cuando la vida los golpea buscan refugio en los brazos de una mujer y si están enfermos les sirve de enfermera y hasta de niñera ¿y entonces, de dónde viene tanta violencia?

Cada vez hay más mujeres asesinadas. Cada vez hay más mujeres golpeadas. Cada vez hay más mujeres humilladas, y a mí me gustaría preguntarles a esos malvados, hombres-basura ¿les gustaría que golpearan, humillaran o mataran a su madre, a su hija o a su hermana? No, por supuesto que no. ¿Sólo cuenta la "sacrosanta" madre? ¿Y las demás, qué son? Hasta donde entiendo, las prostitutas también merecen respeto. Si alguno considera que la mujer que tiene a su lado es poca cosa, déjela. No la mate, no la golpee, no la humille. Para esa basura asquerosa, ratas de dos patas, como dice la canción, su incapacidad le lleva al crimen. Son unos frustrados y su mugre, sus fracasos, y hasta su impotencia sexual, quieren cobrársela a la mujer. A la que está a su lado, a la que le ha dado amparo, a la que lo ha amado. ¿Por qué matar a la madre de sus hijos? ¡Carajo!

Si una analiza a los asesinos de mujeres, a los violentos, a los bocones, se dará cuenta de que la mediocridad impera. Son enanos mentales. No tienen capacidad para el diálogo, son peores que las bestias. Los caballos, los burros, dan patadas porque no tienen acceso a la palabra. Pero Dios ha dado a los humanos el don de la palabra para que dialoguen, para que pregunten, para que respondan, no para que se traguen a la mujer a boconadas, o accedan al puñal, a la pistola, al mal trato. Hay otra cosa: Muchos no hablan, pero humillan. Si te pones un vestido bonito para agradarlo, o te dice que te queda mal, o se arruga en el silencio. Que estás gorda, aunque él también lo esté. Que ese corte de pelo no te queda bien aunque él sea calvo. Y hay algo más: que te mira de pies a cabeza como quien mira una podredumbre. Si eso no es producto de una frustración masculina, que venga Dios y lo vea.

Esos depredadores, imbunches, porquerizos, obcecados, desvalidos, incapaces, impostores, embaucadores, ladrones de moral, faltos de todo, encabezan las portadas de los periódicos y los asuntos policiales. Y lo que es peor, todavía, aunque cada vez menos, se les protege, se oculta lo más atroz de los feminicidios. Y por eso, la mujer, tiene que tener las cosas muy claras. No soportar ni una mala mirada, ni siquiera la indiferencia. Si siente el olor a azufre, es que el diablo anda cerca. Si eso ocurre, déjelo, pero no se lo corte, lo legal es el divorcio. Despréndase de esa porquería.

Denver, Colorado

Cerito y cruz: Educación para mañana...

Friday, October 1, 2010

El tiempo de los gitanos...


Agustín Vega Cortés
Rebelión

El racismo y la xenofobia, que en sustancia es la exacerbación del nacionalismo, fue siempre, lo mismo que la guerra, el perfecto sustituto de las ideologías y de las ideas, y el mejor revulsivo en tiempos de crisis y zozobra como los que ahora vivimos. En estas crisis cíclicas, (sistémicas les llaman ahora), en las que los mecanismos normales de control político no son suficientes para garantizar la continuidad del sistema, la tentación de hacer uso de cualquier otro medio que ayude a aglutinar a la gente en torno a los valores dominantes se hace irresistible, sobre todo en tiempos de políticos fútiles y carentes de alternativas y soluciones reales a los problemas de la población y a los que solo parece importarles el poder por el poder y los inmensos beneficios de todo tipo que ello supone.

Lo que está pasando en Francia con las expulsiones ilegales de inmigrantes rumanos y búlgaros, solo por ser gitanos, debería escandalizar a la ciudadanía europea y levantar una protesta de tal magnitud, que obligara a todos los gobiernos y a las mismas instituciones de la UE, a poner fin a esa política claramente racista del gobierno de Sarkozy. Sin embargo, y lejos de eso, esa aberración jurídica y política que significan las deportaciones masivas de personas que no están acusadas formalmente de ningún delito, salvo el de ser de etnia gitana, cuenta con el respaldo entusiasta de la mayoría de los ciudadanos, tanto franceses como del resto de países de la UE, y. de forma muy especial, del nuestro, donde las cifras de apoyo, según diversos sondeos de los medios de comunicación, son escalofriantes, ya que más del 95% dice estar de acuerdo con las expulsiones. Y no solo eso; si vemos los comentarios en Internet, asusta comprobar que para una buena parte de la gente que interviene en la red, las deportaciones no son una medida suficientemente eficaz, ya que los expulsados pueden volver, por lo que amparándose en el anonimato que brinda Internet, se atreven a lanzar algunas propuestas de “soluciones” más “definitivas”, que no creo necesario reproducir aquí, tanto por que son fáciles de imaginar, como por no colaborar a su difusión.

En este contexto, lo que esta ocurriendo con el debate en las instituciones europeas, con relación a la política del gobierno francés, es perfectamente normal. La postura critica, en un primer momento, de la mayoría del Parlamento Europeo, y el enfrentamiento inicial de la comisaría de justicia, Viviane Reding, con la política racista de Sarkozy, ha quedado como una mera anécdota que duró solo el tiempo que tardaron en reaccionar los demás dirigentes europeos, para imponer la defensa corporativa de sus intereses electorales, que pasan, inexorablemente, por explotar el yacimiento de votos del racismo, o, al menos, en no permitir que otros lo exploten en exclusiva. Corren, pues, malos tiempos para los gitanos y cada día es más evidente que nos toca jugar el papel de ser los judíos del siglo XXI, al menos, en lo que se refiere a ser utilizados como chivos expiatorios para distraer a esas mayorías sociales obnubiladas por el consumismo y frustradas la crisis, el desempleo y la falta de perspectivas a corto y medio plazo, pero que tienen en sus manos los votos que ponen y quitan a los gobiernos.

Por eso, solo si los gitanos europeos tenemos la madurez y la valentía suficientes como para asumir por nosotros mismos la defensa de nuestros derechos cómo ciudadanos y de nuestra dignidad como personas, podremos impedir que esta serie de olas antigitanas que desde hace años van y vienen por la mayoría de los países europeos, terminen por desembocar en un tsunami racista de consecuencias imprevisibles, y no solo para los gitanos, sino para otras minorías a las que también se les culpabiliza de gran parte de los problemas que padece la sociedad.

Ha llegado el momento de decir basta ya de que en nombre de los gitanos hablen personas a los que nadie ha elegido y que no hacen otra cosa que aplaudir a los mismos políticos y burócratas que luego justifican los abusos y los atropellos que se cometen con los más pobres y desprotegidos, como ocurre ahora con los inmigrantes rumanos en Francia.

Ha llegado la hora de decir que todas las políticas, tanto europeas como nacionales, supuestamente destinadas a combatir las desigualdades sociales de la población gitana, y que se financian con fondos europeos o estatales, constituyen un absoluto fiasco, y que esos recursos económicos se gastan todos en mantener a una Pléyades de burócratas y asalariados, tanto de las Administraciones Públicas, como de un sinfín de supuestas ONG, adjetivadas gitanas o no, cuya representatividad y gestión nadie comprueba ni fiscaliza, y para las cuales el principal objetivo es financiar el mantenimiento de sus puestos de trabajo. En España, alguna de estas ONG, cuenta con una plantilla de más de 1000 empleados fijos, y un presupuesto anual para gastos de funcionamiento, superior a los 15 millones de euros, y a pesar de que se llame gitana no lo es, pues no son gitanos sus dirigentes. Sin embargo, es la que más influye en la Administración para su propio beneficio, a cambio de avalar en los foros europeos la política del Gobierno de España en esta materia, manteniendo así la gran falacia de que nuestro país es un ejemplo de integración de los gitanos, cuando en realidad es todo lo contrario. La única verdad es que es mentira que los gitanos necesitados se beneficien de una forma real de todos esos planes y programas, pues al final nada llega a ellos, y ni siquiera se enteran de que existan.

Ha llegado la hora de que los gitanos sean los que digan donde les duele y busquen sus propias respuestas, y para eso, lo primero que se tiene que hacer, es propiciar que las poblaciones gitanas de cada país de la UE, nombren de forma democrática, mediante un sistema de votaciones libres y secretas, a unos representantes legítimos que en su nombre puedan llevar a cabo, en colaboración con las Administraciones Públicas, una verdadera política de integración social y económica de aquellos grupos que estén en situación de exclusión social y de marginación, al tiempo que se dignifique la imagen pública del conjunto de la población gitana que debe protagonizar la construcción de sus propias vías de desarrollo y de incorporación activa a la sociedad.

No se puede permitir por más tiempo la dilapidación de los importantes recursos económicos y humanos que durante más de 30 años se han perdido en planes de integración totalmente obsoletos, absurdos e inoperantes, que si algún efecto han tenido, más allá de la parafernalia propagandística de cumbres, congresos y encuentros, sin otro fin que el de su propia celebración, ( el ultimo hace pocos meses en Córdoba), y en los que los gitanos que participan, no son más que invitados de piedras que acuden a aplaudir a los políticos, ha sido el de la segregación y el aislamiento de los escasos gitanos a los que hay podido afectar.

Por otra parte, que el órgano de representación de los gitanos en España, sea un consejo compuesto por funcionarios de los ministerios y un puñado de representes de ONG nombrados a dedos por el Ministerio de Asuntos Sociales, es la mejor prueba de hasta qué punto la cuestión gitana no ha merecido hasta ahora ninguna consideración política que vaya más allá del asistencialismo paternalista y discriminatorio, pues considerar que una comunidad como la gitana puede estar representada por asociaciones o patriarcas, es puro racismo.

(1) Agustín Vega Cortés, es presidente de Opinión Romaní.

La "oenegización": un mal de nuestros tiempos


Rebelión

[La cooperación internacional] “rasca en donde no pica”


Don Custodio Sajvin (Campesino maya de Chimaltenango, Guatemala)

Desde hace ya unos años, y cada vez en forma más marcada, el término "oenegé" se ha incorporado al lenguaje cotidiano. ONG, es decir: organización no gubernamental. La designación es amplia, cabiendo allí un espectro muy dilatado de posibilidades.

En sentido estricto, una institución no gubernamental puede ser cualquier organización no ligada al aparato estatal. Podría entrar en la categoría, entonces, toda la iniciativa privada, desde una microempresa unipersonal hasta una corporación multinacional; o una entidad deportiva autónoma, una fundación, un grupo de vecinos. Pero hay una aceptación tácita respecto a lo que se quiere decir con el término: si bien están marcadas por no pertenecer a un gobierno, como las empresas privadas, las ONG’s tienen la particular connotación de ser entidades sin fines de lucro ligadas al ámbito de la acción humanitaria. Aunque las iglesias, que también desarrollan un trabajo humanitario y que tampoco son entidades gubernamentales, y en algunos casos –los nuevos grupos neopentecostales no entran en esta clasificación– no tienen fines de lucro, no son ONG’s. Para entrar en tal categoría se necesitan ciertos emblemas. Un aspecto "bohemio", informal, casual –quizá una camisa con la imagen del Che pueda ayudar– completa el cuadro.

Las hay de todos los gustos, colores, tamaños y sabores. Se las encuentra por todos lados, en el Norte (en general colaborando con los sectores pobres, tanto de sus países como con los del Sur), y en el Sur del mundo (operando los fondos que vienen del Norte próspero). Se dedican a las más variadas cuestiones: desarrollo sustentable, educación, derechos humanos, salud, promoción cultural, medio ambiente, etc., etc. Viven de diversas fuentes de financiamiento: colectas solidarias, fondos públicos, donaciones de grandes empresas privadas (¿habrá también lavado de hot money?), pero el circuito es siempre el mismo: el Norte dona, el Sur recibe. Algunas son minúsculas, casi familiares; otras son monstruos de impacto mundial que a veces inciden con relativa fuerza en las políticas gubernamentales de los países donde actúan. En su mayoría son laicas, pero también las hay vinculadas a iglesias (católicas, protestantes). Por todo ello, dada esta amplísima variedad, se hace imposible establecer generalizaciones. Dicho en otros términos: entre las ONG’s hay de todo, absolutamente de todo.

Pero hay rasgos comunes que vale la pena destacar. Por lo pronto, cosa común para todas, son entes creados por vocación de servicio. No es la ganancia material lo que las genera, al menos en principio. De todos modos la recaída en estos patrones es algo siempre posible, y en no pocas ocasiones, más allá de las declaraciones de principio, eso puede terminar siendo el motor de las organizaciones. De todos modos, las ONG’s siguen siendo uno de los pocos espacios donde, a veces, la mística de servicio es posible.

El fenómeno de la "oenegización" –hoy día dando la clara sensación de "llegado para quedarse"– es bastante reciente, de estas últimas décadas. Es contemporáneo de las políticas de reducción de los Estados que han venido teniendo lugar desde la década de los 80 del siglo pasado. Ahí donde éstos se reducen o se retiran, entran las ONG’s como complemento. A veces, incluso como claro y abierto colchón, como bálsamo.

Más allá de las buenas intenciones, no hay duda que su incidencia es cuestionable, fundamentalmente por pequeña, por minúscula. ¿Por qué hay que reemplazar funciones que son inherentes al Estado? Si se profundiza el análisis, esto nos puede conducir entonces al cuestionamiento de todo el movimiento oenegista: ¿son realmente imprescindibles estos mecanismos, o están hablando de tendencias políticas donde su proliferación es funcional por razones que van más allá del humanitarismo? ¿Quién, entonces, se beneficia de ello?

En todo caso, lo que queda claro es que las agendas que las ONG’s ponen en marcha recuerdan la cita del epígrafe: respondiendo a las líneas fijadas por las potencias del Norte, que es de donde provienen los financiamientos, se hace lo que esas potencias estipulan, pero no lo que la población pobre a quien se dirige el esfuerzo necesita. Claramente lo sintetiza el politólogo Helmer Velásquez: "Como afirmaba Custodio Sajvin, veterano dirigente cooperativista de la aldea Caquixajay en Tecpán, Chimaltenango, [Guatemala] –allá por los años setenta–: la cooperación "rasca en donde no pica". Con esto aquel experimentado dirigente campesino indígena daba por sentado que los proyectos de desarrollo impulsados por los organismos internacionales se planificaban, diseñaban y ejecutaban al margen de las necesidades, intereses y designios de la población "beneficiaria" que en buena parte de los casos resultaba más bien víctima de las prenociones de la tecnocracia".

En algunos temas específicos no hay ninguna duda que han sido casi exclusivamente las ONG’s quienes fijaron agendas y abrieron debates, contribuyendo a generar políticas públicas; ahí están, por ejemplo, el campo de los derechos humanos, de la reivindicación de los derechos de género, del trabajo por el cuidado medioambiental, de la prevención del VIH/SIDA. Sin ellas, sin su esfuerzo, esos asuntos podrían seguir permaneciendo ocultos para los Estados y también para la sociedad civil. Incluso en más de algún caso fueron estas organizaciones instrumentos para apoyar movimientos populares con programas revolucionarios, por ejemplo en África y en América Latina; también, en algunos contextos, apoyaron hasta movimientos de acción armada. Una vez más: entre las ONG’s hay de todo, por supuesto.

Pero en otros campos, aquellos que tienen vinculación directa con lo económico duro –el hueso duro de roer de la estructura social– su incidencia es más baja. O nula. No siendo partidos políticos con proyectos asimilables a los códigos de la práctica partidista, guardando en general posiciones pretendidamente neutras, apolíticas incluso, las ONG’s tienen un impacto relativo en cuanto propuesta de transformación social. Aunque existen desde hace varias décadas, no han sido un genuino contrapeso a los poderes conservadores (aunque entre sus insignias figure la camisa con la estampa del Che Guevara en algunos de sus miembros).

Hoy por hoy todo el Sur, lo que llamábamos Tercer Mundo tiempo atrás, está inundado de ONG’s. Pero esa inundación, más allá de constituirse en fuente de empleo de una buena cantidad de cuadros técnico-profesionales tanto en el Norte como en nuestros atribulados países sureños, abre interrogantes sobre lo que realmente aporta a la equidad mundial. No se puede decir que no dejen su granito de arena al respecto, pero quizá llama la atención la desproporción existente entre la cantidad existente de ONG’s y su impacto real. No es que no sirvan para nada, por supuesto. Lo llamativo es ese auge ¿desmedido? de estas últimas décadas, y su incidencia en la vida concreta, en la atención de las reales necesidades de los "beneficiarios" (palabra que no puede dejar de producir cierto escozor, siempre ligada a beneficencia).

Insistimos: no es posible generalizar y dar una respuesta unívoca para un fenómeno tan variado, pero ante lo complejo del asunto no puede menos que abrirse algunos interrogantes: ¿por qué esta proliferación casi infinita de ONG’s? A veces son más las organizaciones que la población beneficiaria de sus acciones; ello lleva a una sobreoferta de servicios, quizá innecesarios, duplicando esfuerzos, por tanto desperdiciando recursos. Aunque se insiste hasta la saciedad con la necesidad de coordinar entre las que desarrollan acciones afines, una multiplicación siempre creciente de ONG’s lo torna difícil, cuando no imposible. ¿Divide y reinarás? Pero ¿quién divide? ¿Y quién sigue reinando entonces? Recordemos, como dice el refrán, que "quien paga los músicos pide las piezas".

Es también parte del discurso oficial del oenegeismo la prédica sobre la necesidad de no ser paternalistas, de no caer en asistencialismo. ¿Por qué esa machacona insistencia? ¿Se sabrá, sin decirlo, que el sólo hecho de establecer un circuito donde uno da implica que el otro recibe, y eso se cierra en sí mismo? ¿No se contribuye así a generar una cultura de la dependencia, de la beneficencia? Si tanto se insiste, ¿será que eso indirectamente nos habla de la dificultad –o imposibilidad– de ir más allá de la figura de la caridad?

La dinámica que ha ido tomando el mundo del oenegeismo dio como resultado una masa de técnicos-burócratas que se encarga de su administración; pero a veces da la impresión que ese universo de población (clase media, con formación media o universitaria) se autoperpetúa a sí mismo, por lo que los proyectos para sus organizaciones surgen a la medida de las mismas más que en función de necesidades comunitarias.

En los países pobres –el lugar por excelencia de intervención de las ONG’s– las acciones emprendidas dependen enteramente de recursos externos; es decir: se inscriben en el campo de la cooperación internacional. Aunque ello abre la pregunta sobre si el circuito en juego constituye un verdadero aporte solidario al desarrollo de los más pobres y excluidos, o es parte de un mecanismo de sofocamiento de zonas calientes, "bomberos sociales". Dada esa dinámica, ¿puede el trabajo de las ONG’s ser un real instrumento de transformación estructural, o es un bálsamo, un lenitivo? Hace 50 años que el Sur recibe "cooperación", y las cosas no han cambiado mucho. ¿Cuántos salieron de pobres con eso? Cooperación, claro está, que no es Plan Marshall que sí recibió la Europa de la post guerra.

Si hay solidaridad y un espíritu justiciero en el seno de las ONG, ¿por qué se repiten las diferencias abismales entre trabajadores externos y locales? (en sueldos, en beneficios, en proyectos a largo plazo). La precarización laboral que se ha impuesto en estos últimos años de capitalismo salvaje (llamado eufemísticamente "neoliberalismo") trajo como consecuencia los contratos en condiciones cada vez más desventajosas para los trabajadores. En las ONG’s ello también se repite. ¿Por qué?

Las precedentes no son sino preguntas orientativas; de ninguna manera se pretende invalidar el inestimable aporte que pueden constituir las organizaciones no gubernamentales a genuinos procesos de cambio, en el sentido más amplio. Que haya deslices, corrupción, injusticias, aprovechamientos, mentiras y falsedades en su seno no debe sorprendernos; eso es la condición humana (¿dónde no lo hay?) La cuestión que se intenta plantear es hasta dónde son un aporte al mejoramiento general…, y hasta dónde también pueden jugar como mecanismo de control social. Si para el desarrollo se necesita ese apoyo externo –apoyo minúsculo en dinero, pues no son el Plan Marshall, no hay que olvidarlo–, si siempre e inexorablemente se depende "de afuera", eso abre preguntas en cuanto a los límites de los mecanismos en marcha. ¿Pueden estas pequeñas inversiones –por las que, en el Sur, los trabajadores especializados oenegizados se matan y meten zancadillas en su búsqueda, frenética a veces– ayudar al genuino desarrollo? ¿O tenía razón lo que nos decía don Custodio, el cooperativista del epígrafe?