Thursday, December 31, 2009

Muere a los 85 años el poeta y activista sudafricano Dennis Brutus.-


La Prensa Gráfica

El poeta y activista sudafricano anti-apartheid Dennis Brutus murió a la edad de 85 años mientras dormía en su casa de Ciudad del Cabo, informó su familia el domingo.

Su hijo Anthony dijo que su padre, que sufría cáncer de próstata, falleció el sábado, según la agencia de noticias sudafricana, Sapa.

"Siempre hablaba bien de los demás. No era crítico. El contacto con la gente joven le hacía mantenerse mental y físicamente en forma. Combinaba la solidaridad y el disfrute con el activismo".

La fundación Nelson Mandela dijo en una declaración que la contribución a la lucha contra al apartheid y sus esfuerzos para promover la justicia social en el mundo "son apreciados y serán recordados durante muchos años".

Brutus nació en Zimbabwe, entonces Rhodesia del Sur. Más tarde se mudó a Sudáfrica, donde trabajó como profesor y luego como periodista, pero le fue prohibido ejercer debido a su activismo en los años 1960.

Pasó 18 meses en la cárcel de Robben Island, donde estuvieron también una larga lista de prisioneros políticos, entre ellos Nelson Mandela, después de ser detenido por su oposición al apartheid.

Brutus también trabajó para que Sudáfrica no pudiera participar en competiciones deportivas internacionales, lo cual llevó al país sudafricano a ser expulsado de los Juegos Olímpicos en 1970.

Luego se fue al exilio a Estados Unidos, donde enseñó literatura y estudios africanos, además de publicar varios libros de poesía.

Wednesday, December 30, 2009

Calle 13 se convirtió en 2009 en incómodo portavoz de la rebelión latina.-

2009 fue el año en el que Calle 13 se consagró como portavoz de la rebelión latina, sus letras sonaron en todos los rincones de Latinoamérica.

“Esto se lo dedico a Mercedes Sosa, que en paz descanse. Ella es una voz que no debe morir nunca y los jóvenes deben escucharla”. Así hablaba en noviembre René Pérez, “Residente”, cantante del grupo puertorriqueño Calle 13, tras recibir el Grammy latino al mejor disco del año.

El líder del irreverente grupo de reggaetón no sólo hablaba de música, sino que corroboraba así que seguiría alzando, como viene haciendo, la bandera de la denuncia, que la cantante argentina, fallecida el 4 de octubre, enarboló durante toda su vida.

En su blog, “Residente” recordó así el 5 de octubre a la argentina: “Su voz me conectó con todo lo que la escuela no me quiso enseñar. Me reveló todo lo que me trataron de esconder. Le inyectó vitaminas a una colonia deshidratada, a mi isla Puerto Rico. (…) Con su voz la bandera estadounidense se desaparece y mi bandera parece que está sola. ¡Mercedes hace magia!”

“Mercedes Sosa fue una mujer que se atrevió a hablar como ningún hombre pudo. Su voz es tan real como las necesidades latinoamericanas”, concluyó. Las mismas necesidades sobre las que siguen cantando los “boricuas”.

Y es que 2009 fue el año en el que Calle 13 se consagró como portavoz de la rebelión latina, porque las letras sobre desigualdades, humillaciones e injusticias, sobre el sexo desenfadado, la violencia, la hipocresía de los poderosos, sonaron en todos los rincones de Latinoamérica.

Para el cantante de los brazos tatuados y la mirada desafiante, su cometido está claro: “Me dicen que la política no se mezcla con la música y para mí eso es como no mezclar las papitas con la sal”. O como dice la letra de uno de sus hits: “Yo digo 50 malas palabras por segundo, porque la verdad es que me gustaría cambiar este puto mundo”.

Y si bien los sonidos urbanos de los puertorriqueños, con sus letras rebeldes e incómodas, parecen estar en las antípodas de la cálida voz de la tucumana, antes de su muerte grabaron un tema juntos. Retomaron un clásico de Armando Tejada Gómez, “Canción para un niño en la calle”, e hicieron una conmovedora nueva versión para el disco “Cantora”, el último trabajo publicado por la argentina.

Hacía tiempo que un grupo latinoamericano no gozaba de tanta popularidad repartida por igual en todo el subcontinente como ocurrió en este 2009 con Calle 13.

“Residente” lo sabe. Y en la entrega de los MTV latino, en la que ofició de presentador, se hizo eco de los diferentes conflictos de la región con camisetas que llevaban frases como: “Chávez nominado mejor artista pop”, “México nunca olvida 2/oct/68″, “Viva Puerto Rico libre”, “Micheletti rima con Pinochetti” o “Uribe paramilitar”.

Y a pesar de la incomodidad de las autoridades y las censuras, también la industria tuvo que rendirse a los “boricuas”, que se fueron triunfantes de la ceremonia de los Grammy latinos con un total de cinco trofeos.

El colombiano Juanes también considera que la música y el compromiso deben ir de la mano y, a pesar de los insultos y las amenazas, no desistió y cumplió su sueño de celebrar un multitudinario concierto por la paz en La Habana, en la histórica Plaza de la Revolución.

“Fue el concierto más grande de mi vida: más de un millón de personas, bajo un sol tenaz, siete horas de música, casi 40 grados. Y lo mejor fue que todos quedaron contentos”, dijo el cantante hace pocos días, a modo de balance, a un medio colombiano.

Acompañaron a Juanes en septiembre en el escenario de la capital cubana Miguel Bosé, Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, Olga Tañón, Danny Rivera, Jovanotti, Juan Fernando Velasco y una nutrida representación cubana integrada por Amaury Pérez, Los Van Van, Silvio Rodríguez, Orishas, Carlos Varela, X Alfonso y el conjunto cubano- venezolano Cucú Diamante y Yerbabuena.

El concierto se vio precedido de semanas de duras críticas por parte de sectores de la emigración cubana en Miami, que acusaban a los artistas de apoyar con el concierto al gobierno presidido por Raúl Castro. Pero Juanes consideró que su concierto era “una manera de empezar a tejer lazos de unión” entre los cubanos de Cuba y los de Miami.

“Lo que ha sucedido es necesario. Es parte de todo el proceso. En mi opinión esas cosas deben cambiar en el futuro y este concierto quiere decir precisamente eso, que somos hermanos, aunque pensemos distinto”, declaró Juanes al diario cubano “Juventud Rebelde”. Su sueño ahora es repetir el concierto en Miami, una asignatura pendiente, quizá para 2010.

Pero la gran noticia del año fue sin duda la muerte de Mercedes Sosa, ocurrida el 4 de octubre. La pérdida de la “Negra” Sosa, uno de los grandes íconos de la música popular latinoamericana y símbolo de la lucha por la libertad, sumió en el dolor a los argentinos. Era una artista muy querida y un símbolo de los derechos humanos y del compromiso político y social.

En sus casi seis décadas de carrera difundió la música folclórica argentina y latinoamericana por todo el mundo e incursionó también en el pop y el rock. Su último trabajo, el mencionado disco doble “Cantora”, contiene duetos con muchos de los músicos iberoamericanos más reconocidos. Además de Calle 13, allí aparecen Joan Manuel Serrat, Caetano Veloso, Shakira, Gustavo Cerati, Charly García y Joaquín Sabina.

La cantante, que murió a los 74 años, no pudo hacer una presentación oficial de ese trabajo debido a los problemas de salud que ya comenzaban a complicarse. Ese concierto sí que quedará pendiente para siempre.

El siglo de las tinieblas.-

El país sigue patinando en un lodazal de corrupción, nepotismo

Escrito por: ROSARIO ESPINAL

A casi 50 años del asesinato de Trujillo es tiempo suficiente para que la República Dominicana hubiese dado un salto a la modernidad económica, la institucionalidad democrática, y a un Estado de garantías de derechos ciudadanos.

Pero no es así. El país sigue patinando en un lodazal de corrupción, nepotismo, ineficiencia y pánico al cambio democrático, que mantiene la sociedad sumida en el atraso a pesar de la estabilidad macro-económica.

Llenaría de satisfacción que los políticos gobernaran con una visión profunda de la democracia, que defendieran los derechos de toda la ciudadanía, y que tuviesen la valentía para impulsar políticas públicas que condujeran a la equidad social.

Pero no es así. Esos son sueños aturdidos por tantas decepciones. En cada coyuntura, ante cada crisis, en cada oportunidad, la sociedad dominicana ha sido incapaz de dar un salto al desarrollo inclusivo, a la democracia real, a una época de más luces y menos tiniebla.

Ya avanzando el siglo 21, el país sigue girando en el carrusel de la pobreza económica e intelectual, con una corrupción gubernamental y privada rampante, una desigualdad inmensa en el acceso a la riqueza, y ahora, la rápida proliferación del narcotráfico con su secuela de violencia.

Si no fuera por los miles de dominicanos que han emigrado y envían remesas a sus familiares, la población estaría sumida en más pobreza.

El Siglo de las Luces se conoció en la Europa de la Ilustración por impulsar una idea fácil de enunciar y difícil de impulsar: con la razón humana es posible combatir la ignorancia y la tiranía para alcanzar el progreso.

En la República Dominicana no hay actualmente una tiranía militar como fue el caso en gran parte del siglo 20, pero continúa afianzándose la ignorancia, la exclusión social, y la miopía del liderazgo político.

Se agiganta el Estado corrupto y clientelar que contamina el cuerpo social y produce un modelo injusto de distribución de recursos que no conducirá jamás al desarrollo, no importa cuántos edificios, elevados, túneles, o Metros se construyan.

La debilidad del pensamiento liberal ha sido una constante en la historia dominicana, y penosamente sigue dominando el escenario político del siglo 21.

Así se demostró claramente en el cacareado proceso de reforma constitucional de 2009, que impulsó el presidente Leonel Fernández para asegurar sus postulaciones futuras, y terminó apoyando acríticamente el PRD.

Siempre se aduce alguna razón insustancial para evadir el salto a la modernidad que traiga progreso y garantía real de derechos.

Ante el atraso, la salida es siempre la misma: más caudillismo. Alguien se erige en líder imprescindible y el pueblo se aferra al auto-designado.

Los políticos compiten furiosamente por el poder, y para quedarse, cambian la Constitución cuántas veces sea necesario. En esta década lo han hecho dos veces, en 2002 y 2009.

Con pocas opciones laborales, muchas personas de capas medias o empobrecidas se aferran a la idea de que un empleo público les traerá bienestar, y los políticos se regocijan con tener un pueblo cautivo por tanta necesidad.

La búsqueda de beneficios individuales aumenta y la inversión en educación se estanca. El promedio de escolaridad dominicano es uno de los más bajos en América Latina, y ahora la República Dominicana se unió al club de los países donde prolifera el narcotráfico y la narcoviolencia.

Una masa de jóvenes encuentra en la economía de la ilegalidad su sustento, y por eso ingresan a un trabajo peligroso que les garantiza mayores ingresos: el micro-tráfico de droga.

No es halagüeño el presente dominicano, y no pinta halagüeño el futuro, por más que las autoridades lo disfracen con proclamaciones de progreso.

Tuesday, December 29, 2009

Una biografía sobre Friedrich Engels.-

Review of Sociology and Anthropology 4

Supongo que el lector sabe que Friedrich Engels fue el colaborador, benefactor y el camarada para toda la vida de Karl Marx. Acaso sepa también que fue un sociólogo empírico que, en 1845, con 24 años de edad, escribió un brillante estudio sobre la condición miserable de los trabajadores de Manchester basado en sus observaciones personales; que redactó los volúmenes 2 y 3 de El capital; que Engels había tenido experiencia personal en la guerra de guerrillas y que supervisó los partidos socialistas europeos entre la muerte de Marx en 1883 y la suya propia en 1895.

¿Pero sabía el lector que este comprometido comunista también fue un apasionado jinete y un activo miembro de un exclusivo club de caza del zorro? ¿Que empezó como oficinista en una fábrica de tejidos de algodón y acabó siendo su co-propietario? ¿Que fue un inversor bursátil tan inteligente que dejó una fortuna de 23.000 libras inglesas, el equivalente actual a cuatro millones de dólares? ¿Que se graduó en la escuela de artillería prusiana y que fue un brillante estratega de salón? ¿Que se adelantó a Marx al escribir sobre economía política, y que le proporcionó incontables detalles sobre la rutina diaria de la producción industrial, así como de las finanzas y el mercado internacional? ¿Que no tuvo educación universitaria pero que asistió como oyente a las demenciales clases de Schelling en Berlín?

¿Sabía el lector que Engels fue un periodista de éxito, que redactó alguno de los artículos que se publicaron en el New York Daily Tribune firmados por Marx? ¿Que dominaba varios idiomas, incluidos algunos como el catalán y el provenzal? ¿Que fue el primer teórico feminista y a la vez displicente hacia las primeras suffragettes? ¿Que consiguió compaginar el internacionalismo con el nacionalismo alemán? ¿Que llegó a amar los cielos grises y bajos de Londres? ¿Que no fue ni un igualitarista (Leveler) ni un estatista? ¿Que fue un falibilista y defendió el debate abierto y sin censura en los partidos socialistas? ¿Que terminó abandonando su fe juvenil en las barricadas para confiar en el sufragio universal como mecanismo de transformación social? ¿Que él y sus camaradas con frecuencia organizaban sonadas fiestas en las que corría el alcohol? ¿O que este ateo se las arregló para que un clérigo anglicano le casase con su de facto mujer, entonces moribunda, una católica irlandesa analfabeta? Yo no sabía nada de eso antes de leer la espléndida biografía de Hunt.

Tristram Hunt, un profesor de historia de la Universidad de Londres, ha escrito una meticulosamente documentada y aún así vívida biografía de uno de los victorianos más eminentes y complejos. Hace algo más que informar de las diferentes facetas de Engels: el científico social autodidacta, el filósofo amateur pero petulante, el voraz lector de ciencia popular, el audaz organizador político y el elocuente orador, el azote de los proverbiales “desviacionistas” de la línea de partido y el amigo generoso de un enjambre de amigos devotos y adláteres.

Hunt explica y analiza las principales ideas de Engels y critica algunas de ellas, y lo hace de manera clara y académica, nunca como un ideólogo de la derecha o como un marx-engelsista recalcitrante. Hunt es un implacable pero objetivo analista de las acciones e ideas de Engels, pero amable hacia muchos de sus amigos de todas las edades, ocupaciones y clases sociales –de obreros fabriles a empresarios, de sindicalistas y activistas políticos, escritores y científicos– e insistentes gorreros.

¿Cómo explicar el hecho de que eminentes científicos como J.B.S. Haldane, erudito y co-fundador de la teoría sintética de la evolución, así como John D. Bernal, el cristalógrafo que tanto hizo por asentar los fundamentos de la biología molecular fuesen admiradores acríticos de las principales obras filosóficas de Engels, en particular de su Dialéctica de la naturaleza, publicada por vez primera en traducción inglesa en 1940?

Dos distinguidos biólogos de Harvard, Richard Levins y Richard Lewontin (1985), dedicaron su libro The Dialectical Biologist “a Frederick Engels, que se equivocó en muchas ocasiones pero la acertó en lo que contaba” (to Frederick Engels, who got it wrong a lot of the time but who got it right where it counted). Allí repitieron la confusión entre lógica y ontología que vicia la dialéctica tanto de Hegel como de Engels: “la contradicción material y lógica comparten la propiedad de ser procesos auto-negadores” (p. 282 [de la edición inglesa]). Sugiero aquí que la contradicción lógica y la “contradicción” (conflicto) material no tienen nada en común salvo la palabra “contradicción”. Mientras que la primera es irreal y atemporal, la segunda es real y procesual.

Imagino que el entusiasmo por la filosofía cruda de Engels en los treinta y los cuarenta, tanto en el Reino Unido como en Francia, formaba parte del paquete: socialismo, antifascismo, admiración por la rápida aunque brutal modernización de la URSS y una fe ingenua en que el Marx-Engelsismo era la última y más elevada versión del cientificismo. Debería saberlo, pues mi padre y yo estuvimos inicialmente seducidos por la Dialéctica de la naturaleza de Engels hasta el punto que él tradujo al español el cuerpo de texto principal, mientras que yo traduje las abundantes notas seudoeruditas. La política hace en ocasiones descarrilar a la razón.

Sin embargo, la Dialéctica de la naturaleza contiene algunos aspectos interesantes. El más obvio entre ellos es el ensayo aparte sobre “El papel del trabajo en la transición del simio al hombre”, escrito en 1876. El último Bruce G. Trigger (1967), el gran antropólogo y arqueólogo canadiense, observó la importancia de este ensayo en la larga y aún irresuelta controversia sobre los mecanismos de hominización. (Elogiar a Engels en el punto álgido de la Guerra Fría requería de coraje, algo de lo que la Academia justamente carece.) Antes de Engels esta controversia había estado dominada por los idealistas, como el famoso lingüista Max Müller, que sostuvo que lo que nos hace tan especiales es el lenguaje. Esta cuestión aún se encuentra bajo discusión, pero la mayoría de los participantes está de acuerdo en que el trabajo fue el factor principal, mientras que el lenguaje vino, en comparación, mucho más tarde. (¿Está escuchando, profesor Chomsky?).

Sólo tengo dos críticas. La primera es la siguiente: aunque Hunt afirma que Engels no fue sólo cientificista sino científico, yo creo que lo primero es correcto, pero que lo segundo sólo lo es a medias. Es más, Engels tuvo una gran fe en la aproximación científica y la aplicó en sus propios estudios sociales, pero sus críticas a las matemáticas y a la física revelan su profunda ignorancia en estas ciencias elementales.

Mi segunda objeción a Hunt es que se toma a Hegel tan seriamente como Engels, mientras que yo creo que, aunque Hegel abordó muchos problemas importantes, lo hizo de un modo tan hermético, con tal desdén hacia la ciencia de su época, que mucha de su obra acaba por asemejarse al parloteo posmoderno. Por cierto, en Alemania hubo dos Sociedades hegelianas, cada una con su propia revista, hasta la caída del Muro de Berlín: una en el Oeste y la otra en el Este. ¿Qué habrían pensado Marx y Engels sobre esta escolástica dual, que recuerda a la escisión entre los Jóvenes Hegelianos tras la muerte de aquel “poderoso pensador”? ¿Habrían repetido su frívola afirmación de que la historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como comedia? Quién sabe. ¿Y a quién le importa ya de todos modos?

Hunt ha escrito un libro importante y realmente ameno sobre uno de los más influyentes, interesantes, complejos, carismáticos y, hasta el momento, enigmático intelectual público en el siglo veinte. Este libro podría muy bien ser usado como guión para una interesante película sobre Marx y Engels, salvo que ni Paul Muni ni Orson Welles, ni tampoco Richard Burton, se encuentran vivos ya para interpretar a los personajes. En el ínterin, debería ayudar a los marxistas, antimarxistas y académicos sin partido a clarificar los puntos oscuros del marxismo, una mezcla de ciencia, pseudociencia, ideología y filosofía que vuelve a revivir cada vez que una crisis económica erosiona la confianza en las ideologías que proclaman la superioridad del capitalismo. El libro de Hunt puede que incluso tiente a algún académico a escribir la largamente pospuesta evaluación objetiva del legado teorético de Marx y de Engels titulada ¿Qué puede salvarse de los escombros del Marx-Engelsismo?

Referencias

Levins, Richard, and Richard Lewontin. 1985. The Dialectical Biologist. Cambridge, MA: Harvard University Press.

Trigger, Bruce G. 1967. Engels on the part played by labour in the

transition from ape to man : An anticipation of contemporary anthropological theory. Canadian

Mario Bunge es el más importante e internacionalmente reconocido filósofo hispanoamericano del siglo XX. Físico y filósofo de saberes enciclopédicos y permanentemente comprometido con los valores del laicismo republicano, el socialismo democrático y los derechos humanos, son memorables sus devastadoras críticas de las pretensiones pseudocientíficas de la teoría económica neoclásica ortodoxa y del psicoanálisis “charlacanista”.

Traducción para www.sinpermiso.info: Àngel Ferrero

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Voces Indígenas frente a Calentamiento Global.-


De los Andes, la Amazonía, las llanuras de la Costa, los Manglares, hacia Copenaghen y desde allí hacia nuestros espacios de vida. El 80% de ecosistemas estratégicos se encuentran en territorios indígenas, sean estos en la Amazonía, los Andes o la Costa. Las formas de vida indígenas han sido las garantes del equilibrio necesario a la vida en el planeta. El hombre civilizado ha llevado al planeta en más de 500 años, al colapso, mientras los pueblos originarios hemos vivido en desde hace más de 10 mil años, garantizando la vida de numerosas generaciones. El modelo económico cuyos cimientos están en el consumo irresponsable y en la explotación desmedida de recursos naturales, se ha mostrado insostenible e inviable. La acumulación de capital está a punto de hacer sucumbir la vida en el planeta. La crisis económica, se agudiza por una crisis de valores, de modelos. En este contexto las voces indígenas se reafirman en su coherencia: respeto a la vida, a la Pacha Mama, al Sumak Kausay. La humanidad tiene la elección de orientar sus políticas en el marco de los derechos de la naturaleza o de continuar en la espiral del consumo y de la explotación. Esta es la posición de la CONAIE y ha sido el eje fundamental del proyecto político de las Nacionalidades y Pueblos: garantías a los derechos territoriales pues con ello se fortalecen las iniciativas de protección de ecosistemas fundamentales para la vida y el equilibrio en el planeta. Los Pueblos Indígenas a nivel mundial exigimos con firmeza: respeto a nuestros derechos.

Nuestros territorios son nuestros espacios de vida y de seguir la tendencia autodestructiva del “hombre civilizado”, del primer mundo, nuestros territorios serán también los espacios de vida para la humanidad. Este mensaje debe entenderse. Es la esencia profunda de nuestra oposición a la expansión de la frontera petrolera hacia el Centro Sur de la Amazonía. No queremos que se extienda y repita la tragedia de la Amazonía Norte donde los niveles de contaminación están entre los más altos del planeta.

Al oponernos a la actividad minera en Ecuador, en sitios fundamentales para la vida y la naturaleza, estamos cuidando los derechos de los ecuatorianos y ecuatorianas a vivir en un medio ambienta sano y libre de contaminación. Al exigir medidas de protección, de no privatización de las cuencas hídricas, así como el revertimiento de las concesiones ya hechas y marcadas por irregularidades, estamos defendiendo el derecho humano al agua del Ecuador Plurinacional. Al exigir políticas públicas garantes de la plurinacionalidad, buscamos un Ecuador donde todos sus pueblos fortalezcamos nuestras potencialidades para el ejercicio de derechos y la garantía a los mismos incluidos los de la naturaleza.

La crisis energética no es una casualidad. Es el resultado de la ruptura del ciclo del agua, resultado de la depredación de bosques primarios, de la imposición de monocultivos de especies como el pino, ciprés, teca, que consumen grandes cantidades de agua. Todo esto ha venido siendo advertido por nuestros pueblos. Esta fue la razón para reivindicar los derechos de la naturaleza en la nueva constitución. Con este fin exigimos que se incluya los principios de la Pacha Mama y el Sumak Kausay. Ahora es cuando debemos los ecuatorianos mostrar al mundo que podemos ser ejemplo de coherencia, responsabilidad y respeto a la vida: dejemos el modelo económico de características neoliberales, abandonemos la carrera armamentista, el endeudamiento irracional, y vayamos juntos hacia una propuesta de sociedad y de país de derechos y de derecho. No podemos condicionar el dejar el petróleo bajo el suelo en los territorios de los Pueblos en Aislamiento, al capital internacional orientado hacia un país que se endeuda y que compra armas cada vez más de forma preocupante. La vida de los Pueblos en Aislamiento debe ser garantizada sin condicionamiento alguno y sus territorios deben ser declarados libres de toda actividad extractiva, sin precio alguno. Debemos ir del Socio Bosque hacia el respeto irrestricto de los derechos territoriales de las nacionalidades y pueblos; nosotros conservamos los espacios de vida y estamos determinados a seguir haciéndolo. Que se escuche la voz de nuestros pueblos milenarios pues nuestros sabios y ancestros en sus sueños de Ayahuasca y de la Mama Coca, ya escucharon el llamado de la tierra, de la madre tierra, el llamado de la vida: coherencia, respeto a la palabra, a la vida, a los derechos de la naturaleza, a los de las generaciones futuras.

Confederacion de Nacionalidades Indigenas del Ecuador CONAIE
http://www.conaie.org

Copenhague, el valor de decir no.-

The Nation

En el noveno día de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático, África fue sacrificada. La posición del bloque negociador del G-77, que incluye los estados africanos, había sido clara: un incremento de 2 grados centígrados en la temperatura global promedio se traduce en un incremento de 3 a 3.5 grados en África.

Esto implica, según la Alianza Panafricana por la Justicia Climática, que 55 millones de personas adicionales podrían estar en riesgo por pasar hambruna y el estrés hídrico podría afectar a entre 350 y 600 millones de personas adicionales. El arzobispo Desmond Tutu plantea así lo que está en riesgo: Nos enfrentamos a un inminente desastre a una escala monstruosa... una meta global de cerca de 2 grados centígrados va a condenar a África a la incineración y a ningún desarrollo moderno.

Y, sin embargo, eso es justo lo que el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, propuso que se hiciera, cuando estuvo en París, de paso hacia Copenhague: parado al lado del presidente Nicolás Sarkozy, aseguró que hablaba en nombre de toda África (encabeza el grupo africano de negociaciones en torno al clima) y reveló un plan que incluye el temido incremento de 2 grados y ofreció a los países en desarrollo sólo 10 mil millones de dólares anuales para ayudar a pagar todo lo relacionado con el clima, desde diques hasta el tratamiento contra la malaria y la lucha contra la desforestación.

Es difícil creer que sea el mismo hombre que hace sólo tres meses decía: Usaremos nuestras cifras para deslegitimar cualquier acuerdo que no sea consistente con nuestra posición base... Si se requiere, estamos preparados para retirarnos de cualquier negociación que amenace con ser otra violación de nuestro continente... No estamos dispuestos a vivir con un calentamiento global mayor al mínimo nivel evitable.

Y también decía: Participaremos en las próximas negociaciones, no como suplicantes que defienden su caso, sino como negociadores que defienden sus puntos de vista e intereses.

Todavía no sabemos qué obtuvo Zenawi por cambiar su tono tan radicalmente, o exactamente cómo se va de una posición que hace un llamado a destinar 400 mil millones de dólares en financiamiento (la posición del grupo de África) a escasos 10 mil millones. De igual manera, no sabemos qué pasó cuando la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, se reunió con la presidenta filipina Gloria Arroyo semanas antes de la conferencia y de pronto echaron de su delegación a los más duros negociadores filipinos, y el país, que había demandado profundas reducciones del mundo rico, de pronto se alineó.

Sí sabemos, luego de observar una serie de estos discordantes y radicales cambios de opinión, que las potencias del G-8 estaban dispuestos a hacer prácticamente lo que fuera por obtener un acuerdo en Copenhague. La urgencia claramente no proviene de un ardiente deseo de evitar el cataclísmico cambio climático, ya que los negociadores saben que las irrisorias reducciones de las emisiones que proponen son una garantía de que las temperaturas se incrementarán 3,9 grados, cifra dantesca, como la describió Bill McKibben.

Matthew Stilwell, del (Instituto para la Gobernanza y el Desarrollo Sustentable) –uno de los más influyentes asesores en estas pláticas–, dice que las negociaciones en realidad no tratan de evitar el cambio climático, sino son una batalla campal sobre un recurso profundamente valioso: el derecho al cielo. La cantidad de carbono que puede ser emitida a la atmósfera es limitada. Si los países ricos no consiguen reducir radicalmente sus emisiones, entonces se estarán tragando la de por sí insuficiente porción disponible para el sur. Lo que está en juego, argumenta Stilwell, es nada menos que la importancia de compartir el cielo.

Foto Diversas ONG internacionales han lamentado que la pasada conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre cambio climático celebrada en Copenhague no arrojara un acuerdo de tipo vinculante para la reducción de emisiones de efecto invernadero. En la imagen, una planta de energía en Bella Center, cerca de la ciudad danesa que fue sede de la cumbre Foto Ap

Europa, dice, comprende cabalmente cuánto dinero será ganado en el mercado del carbono, debido a que lleva años usando el mecanismo. Los países en desarrollo, por otro lado, nunca han lidiado con restricciones de carbono, así que muchos gobiernos no se dan cuenta de lo que están perdiendo. Al contrastar el valor del mercado de carbono –1,2 billones de dólares anuales, según el destacado economista británico Nicholas Stern– con la irrisoria cantidad de 10 mil millones de dólares puestos sobre la mesa para los países en desarrollo, Stilwell dice que los países ricos intentan cambiar cuentas y cobijas por Manhattan. Añade: Éste es un momento colonial. Por eso se hizo todo para que los jefes de Estado accedieran a un acuerdo de este tipo... Luego no hay vuelta atrás. Repartieron el último recurso que quedaba sin dueño y lo asignaron a los prósperos.

Durante meses, las ONG se sumaron al mensaje de que la meta de Copenhague era sellar el acuerdo. A todos lados donde volteáramos en el Bella Center, los relojes hacían tic tic tic. Pero no bastaba cualquier acuerdo, sobre todo porque el único acuerdo sobre la mesa no resolvería la crisis climática y podría empeorar las cosas: recoger las actuales desigualdades entre el norte y el sur y sellarlas indefinidamente. Augustine Njamnshi, de la Alianza Panafricana por la Justicia Climática, se refiere en duros términos a la propuesta de los 2 grados: “No se puede decir que se propone una ‘solución’ al cambio climático si esa solución provocará que millones de africanos mueran y si los pobres, no quienes contaminan, siguen pagando por el cambio climático”.

Stilwell dice que un acuerdo erróneo sellaría un enfoque equivocado hasta 2020, mucho después de la fecha límite para las emisiones pico. Pero insiste en que no es demasiado tarde para evitar el peor de los escenarios. Preferiría esperar seis meses o un año y hacer bien las cosas, porque la ciencia avanza, la voluntad política crece, la comprensión de la sociedad civil y de las comunidades afectadas crece, y estarán preparadas para asegurar que sus dirigentes se comprometan con el acuerdo correcto.

Al comienzo de estas negociaciones, la simple idea de un retraso era herejía ambiental. Pero ahora muchos ven el valor de reducir la velocidad y hacer bien las cosas. Fue significativo que, luego de describir lo que 2 grados implicaría para África, el arzobispo Tutu enunciara que más vale ningún acuerdo que un mal acuerdo. Eso podría ser lo mejor que podríamos esperar de Copenhague. Sería un desastre político para algunos jefes de Estado, pero podría ser una última oportunidad para evitar el verdadero desastre para todos los demás.

© 2009 Naomi Klein. www.naomiklein.org.

“…hasta que los afganos sepan defenderse”.-


Lo leía ayer en la prensa. La ministra española de Defensa, Carme Chacón, aquella que hace un año, con ese candor que la caracteriza y que nos supone a los demás, se definiera pacifista y afirmara que “los ejércitos del siglo XXI también lo son” porque “éstos no son tiempos para el intervencionismo militar”, declaraba en Kabul que las tropas españolas seguirán interviniendo ese país hasta que los afganos sepan defenderse. Un año atrás, la presencia militar española, al decir de su ministra, no tenía otro propósito que “garantizar la libertad” en Afganistán. Obviamente, resulta más barato que la libertad de ese país la garanticen los propios afganos… en cuanto aprendan a defenderse.

Pocos pueblos, a lo largo de la historia, han sabido defenderse de tantos enemigos y tan constantemente como el afgano. Desde Ciro el Grande, hasta Alejandro Magno, pasando por Gengis Khan, los afganos no tuvieron paz en el pasado. Persas, griegos, mongoles, árabes… y el presente no les ha ido mejor. En 1919 Afganistán alcanzaba la independencia luego de una tercera guerra contra la Gran Bretaña. La Unión Soviética sería el primer país en reconocerla y, también, el penúltimo en invadirla. En 1988, después de nueve años de derrotada ocupación, la URSS cedía el intervencionismo a un nuevo candidato al fracaso y éste no tardó en aparecer. Con el nuevo milenio, nuevos pretextos empujaron a los Estados Unidos arropados por tropas de distintas potencias occidentales, entre ellas España, a invadir Afganistán.

Extraña paradoja la que propone la ministra española, en la que un pueblo que nunca ha tenido tregua y que ha hecho de su historia un manual de defensa contra toda clase de enemigos, después de sobrevivir a todos los imperios, va a aprender a defenderse gracias a los humanitarios y pacifistas ejércitos occidentales.

Sin embargo, a juzgar por los propios informes militares españoles, los afganos están resultando ser aplicados alumnos capaces de obtener, a nada que se lo propongan, matrículas de honor. Según referían hace un año periódicos como El Mundo o El País, ya para entonces los insurgentes habían multiplicado por diez sus efectivos en Badghis, la provincia bajo tutela española. “Hace un año –explicaba un mando militar español- la insurgencia estaba a 100 kilómetros de la capital. Ahora la tenemos en la puerta”. Y ello, a pesar del esmero demostrado en la reconstrucción del país, la otra gran encomienda de las tropas españolas, a la que también se refería el militar español: “La mayoría es gente que no tiene donde caerse muerta y está dispuesta a luchar por unos pocos dólares. Por eso les estamos pagando por abrir zanjas y luego cerrarlas. El problema es que no puedes comprar a quienes han perdido un pariente a manos de tropas occidentales y aquí todo el mundo es familia”.

El mismo periódico (Público) que reseñaba ayer las declaraciones de Carme Chacón sobre la necesidad de que los afganos aprendan a defenderse, dos noticias más abajo, ofrecía otro nuevo titular para el mismo escenario: “La OTAN vuelve a matar niños en Afganistán”. Ocho niños afganos, en concreto, que no pudieron sobrevivir a una humanitaria operación militar occidental y, lo que es peor, que probablemente también tengan parientes.

No sé porqué pero tengo la impresión de que, mucho antes de lo que la propia ministra española supone, el pueblo afgano va a aprender a defenderse. Como estoy convencido, y sólo es otra impresión que tengo, de que el mismo día en que la insurgencia afgana y sus impredecibles parientes pasen factura a las tropas españolas y occidentales por los estudios realizados, las tropas españolas darán apresuradamente por terminada su pedagógica labor. Tal vez fuera eso lo que quiso decir la ministra al asegurar que "no nos iremos hasta que los afganos sepan defenderse", que el día en que aprendan a defenderse de nosotros, tendremos que buscarnos otro enemigo al que adiestrar.

La inmortal esperanza.-


No debe morir la imborrable esperanza en un mañana mejor

Escrito por: SERGIO SARITA VALDEZ

Un pueblo con una débil memoria histórica con frecuencia se ve compelido a repetir los errores del pasado. Un marciano diría con justa y sobrada razón que los dominicanos, aún tropezando de nuevo con la misma piedra, no aprendemos a levantar los pies.

Más de mil seiscientos muertos sometidos a igual número de autopsias registradas en el Instituto Nacional de Patología Forense en el año 2009 nos han enseñado muy poco. De enero a diciembre matamos a balazos limpios a jóvenes desclasados, excluidos de las aulas y lanzados a las calles para que al graduarse de delincuentes recibieran como premio de investidura una inyección de plomo. Los administradores de la metálica cura están lejos de comprender que esa forma de terapia impopular lo que hace es empeorar el enfermo cuerpo de la nación.

Vivimos amolando y siempre embotados, las herramientas lucen oxidadas y obsoletas. Seguimos recibiendo centenares de criollos repatriados desde el territorio norteamericano. Esos jóvenes vienen a engrosar las filas de los desocupados que de por si representan una cifra que mete miedo. No tenemos la capacidad logística para manejar esos muchachos recién egresados de la cárcel. Tan pesada carga nos llega en el peor de los momentos. La tasa de desempleo agrava los niveles de pobreza que crónicamente venimos padeciendo. El lavado de capitales procedentes del narcotráfico ya ha dejado de ser noticia en este desventurado país, a excepción de los trágicos titulares de ajustes de cuenta, asesinatos por encargo y combates entre capos y pandillas ligados al mundo de las drogas.

La mítica Atenas del nuevo mundo, la tierra que amó Colón, el suelo de la india Anacaona, el territorio donde sembraron la semilla de sus ideales Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y Juan Bosch, es hoy terreno del que huyen miles de dominicanos espantados por la miseria, la inseguridad y un futuro tenebroso e incierto. Solamente unos contados poderosos ricos de nuevo cuño se rompen la cabeza tratando de encontrar dónde y cómo gastar los pingües beneficios que extraen con facilidad de las arcas nacionales. Por más que insistamos en negarlo, no deja de ser cierto, que aún falta demasiado para acercarnos a niveles aceptables de educación y salud para los pobres, que son mayoría nacional.

El atraso cultural, en término general, es bochornoso y lamentable. El desconocimiento de nuestros valores, el irrespeto a las leyes y buenas costumbres, conjuntamente con la masiva invasión de modelos importados, pintan una panorámica que a cualquiera le pone los pelos de punta. Para el manejo inmediato de tan delicada situación solo se prevé más de lo mismo. Las medidas de emergencia y los parches transitorios evidencian la improvisación y no la planificación como conducta.

Sin embargo, a pesar de los pesares, los sinsabores y las desilusiones hay algo que no debe ni puede morir. Se trata nada más y nada menos que de la imborrable y dulce esperanza en un mañana mejor cargado de decoro y dignidad. Nadie podrá impedir el triunfo final de los principios que nos legaran los fundadores de la patria. Por algo sentenció sabiamente Juan Bosch: nunca es más negra la noche que cuando va a amanecer.

Monday, December 28, 2009

José Saramago: Inocencia perdida.-


Escrito por: ANTONIA CORTES SANCHEZ

Escritor, poeta, revolucionario, premio Nobel y hombre de solidaridad infinita

Hombre de principios claros, de corazón grande, de sueños alcanzables quizá no soñados, como el Nobel. Señor de las letras,y luchador del mundo, ventana abierta que reivindica una mirada al dolor, a la pobreza...

Su sonrisa es tímida, serena como su plante. Sus ojos limpios reflejan un aire de tristeza. Su imaginación se funde con la realidad y consigue alcanzar la fuerza de la creatividad, una creatividad que vierte en páginas blancas. Un nombre, José Saramago, un hombre, simplemente, sencillo.

Pregunta.- Iniciemos la entrevista con inocencia, la misma de su niñez. Un favor: cierre los ojos, regrese al pasado, a ese pueblo portugués donde pasó su infancia. ¿Qué ve?

Respuesta.- La inocencia perdida es irrecuperable. Regresar al pasado sólo es posible a través de la memoria, y ésta, demasiado lo sabemos, no siempre es de fiar. La aldea donde nací ya no "existe", existe una que tiene el mismo nombre, calles que son las mismas y otras nuevas, un río sucio en el que no se puede nadar. Lo que cuenta no es el espacio, sino el tiempo. Diría que es el propio tiempo el que perdió la inocencia.

P.- ¿Mantiene relación con los niños de entonces, con la gente con la que creció?

R.- Han muerto casi todos. Los que han quedado ya no tienen mucho que decirse unos a otros.

P.- Su juventud la pasó en Lisboa, ¿qué queda hoy de aquella Lisboa del ayer?

R.- Un cierto espíritu. Aunque las transformaciones físicas han alterado los perfiles de la ciudad todavía se encuentran algunos lugares conservados, todavía se respira una cierta atmósfera de perennidad, todavía permanece la luz. Pero Lisboa cambió mucho. De hecho, todo va cambiando.

P.- Vuelva a recorrer las calles del barrio alto, de la Lisboa antigua de fados y ropas colgadas en las ventanas y dígame un momento feliz y otro triste.

R.- La Lisboa antigua, los fados, las ropas colgadas de las ventanas son tópicos turísticos, las calles del Barrio Alto son hoy casi intransitables. En cuanto a momentos felices e infelices los viví un poco de todo tipo. El Barrio Alto nunca fue uno de mis lugares preferidos.

P.- Conoce bien la dureza del campo, también trabajó en un taller de motos. Ha contado que al salir de su trabajo se iba a la Biblioteca. ¿Recuerda el primer libro que leyó?

R.- Trabajé con coches, no con motos. Mi memoria no es tan perfecta que haya conseguido guardar el recuerdo del primer libro que leí. Sólo puedo decir que leí mucho, muchísimo, durante mi adolescencia.

P.- ¿Quién fue cómplice de los primeros escritos de Saramago, la noche o el día? ¿Cree en las musas, en la inspiración, en el momento?

R.- No creo en musas ni en la inspiración, y del momento sólo sirve lo que acontece en él. Si fue el día o la noche... no me acuerdo.

P.- No es fácil publicar, convencer a alguien para que su obra salga a la luz. ¿Tuvo que llamar a muchas puertas o fue un hombre de suerte?

R.- En general tuve suerte. Apenas tuve dos o tres negativas de editores y esas las tuve cuando quise publicar la novela Alzado en el suelo. Parece que el tema les asustaba.

P.- ¿Qué prefiere leer Saramago, sus poemas, sus novelas, sus cuentos?

R.- No me releo, salvo si por algún motivo preciso tengo que recordar algún pasaje, y eso tanto me puede ocurrir con las novelas, como con los cuentos o con las poesías.

P.- ¿Hasta que punto marca lo comercial la obra de un escritor?

R.- Yo no escribo pensando en el "comercio". Como cualquier otro objeto de consumo, el libro pasa por procesos de producción, distribución y publicidad, pero eso no condiciona mi trabajo.

P.- Siempre ha dicho que tiene todo porque quizá no buscó nada, ¿cree en el destino o el camino de la vida se lo va haciendo cada uno?

R.- No, no creo.


Sunday, December 27, 2009

2009: mucho circo y poco pan.-




Escrito por: JUAN BOLÍVAR DÍAZ (juandolivardiaz@gmail.com)

El 2009 ha sido un año para olvidar por los dominicanos que vieron agudizarse un proceso de descomposición política y social mientras la crisis económica golpeaba tan duro que al final, para no declararse en quiebra y sin renunciar al dispendio, el Gobierno tuvo que aferrarse a la tabla de salvación del ahora generoso Fondo Monetario Internacional.

Pese al descrédito, el Gobierno logró entretener el país con la Cumbre de las Fuerzas Vivas y el debate de una nueva Constitución, con la colaboración de los partidos opositores, mientras el sistema político mostraba extremas debilidades en la garata con puños de las elecciones de candidatos para los ya próximos comicios legislativos y municipales.

Se cayó el blindaje

Las repercusiones de la crisis económica internacional golpearon duramente el país durante el año que concluye afectando a la mayor parte de los sectores productivos con excepción de la agricultura, aumentando el desempleo y la pobreza y si termina con un crecimiento del 2 al 3 por ciento del Producto Bruto Interno hay quienes lo atribuyen al magno incremento del narcotráfico y el consecuente lavado de dinero.

La reducción de las exportaciones y las importaciones en proporciones cercanas al 25 por ciento, de la producción industrial, de zona franca y minera, así como del turismo y las remesas explican la caída de las recaudaciones fiscales en alrededor de 20 mil millones de pesos, lo que aumentó el elevado déficit fiscal del presupuesto anual, financiado con un alarmante endeudamiento nacional e internacional.

Ya para la mitad del año no había duda de que no existía el blindaje ante la crisis internacional que el Gobierno argumentó durante más de un año como forma de encubrir la continuación de su elevado gasto corriente y de evadir los ajustes fiscales y la austeridad que le reclamó casi toda la sociedad.

Al tercer trimestre del año el gobernador del Banco Central y el secretario de Economía lograron convencer al Gobierno de que para mantener la estabilidad macroeconómica tenía que recurrir al FMI, del que había adjurado reiteradas veces a través del secretario de Haciendas, quien al comenzar diciembre reconoció que el Gobierno no tenía ni con qué pagar los sueldos.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional firmado en octubre abrió al Gobierno financiamiento por 3 mil 850 millones de pesos a ser recibidos en apenas 14 meses, sin el menor compromiso de controlar el dispendio ni ajustar el gasto y con un escandaloso crecimiento del endeudamiento, que sobrepasaría el año próximo 40 por ciento del Producto Interno Bruto y obligaría a una nueva reforma impositiva sugerida ya para la segunda mitad del 2010, cuando hayan pasado las elecciones congresionales y municipales.

Gran circo nacional

Al final del año el balance de la descomposición es tan grave que llevó al presidente Leonel Fernández a aceptar una oferta de organismos internacionales para mejorar los mecanismos de prevención de la corrupción y la transparencia en la administración pública, lo que para algunos es parte del gran circo nacional.

Pero los grandes entretenimientos del país fueron la llamada Cumbre de las Fuerzas Vivas y la aprobación de la “Constitución de Leonel Fernández y Miguel Vargas” que ocuparon la atención nacional a lo largo del año. Hay que sumarle el caso de Sobeida Félix, objeto de todas las especulaciones tras su captura y posterior escape con los mismos ribetes de complicidad que beneficiaron a su marido el narcotraficante Figueroa Agosto.

Las dos grandes entretenciones fueron montadas exitosamente por el presidente Fernández y contribuyeron a restar atención a las graves consecuencias de la crisis económica y a las protestas sociales que se desbordaban en la primera mitad del año. Con la cumbre, convocada en enero, también desvió la atención de los escándalos con que había cerrado el 2008.

Pero sin duda su gran espectáculo fue la nueva Constitución aprobada con más del doble de los artículos de la actual, 277 contra 120, especialmente por la habilidad con que el doctor Fernández consiguió viabilizar su aprobación con el sorpresivo pacto acordado en mayo con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado a título de excandidato presidencial.

El mandatario consiguió una nueva fórmula constitucional que le permitirá volver a la Presidencia de la nación, eliminando el “nunca más” que establece la carta magna a ser sustituida. También logró la conformidad perredeísta para una serie de reformas que le dejarán gran influencia sobre los poderes del Estado y que lo consagran como el sucesor de Joaquín Balaguer como líder de los poderes fácticos tradicionales. Sólo a cambio de haber reconocido a Vargas Maldonado como líder del Partido Revolucionario Dominicano lo que le facilitó asumir la presidencia del mismo.

Aunque éste reivindica como triunfo la prohibición de la reelección consecutiva.

Sin oposición política

Este año el presidente Fernández terminó de echarse en los bolsillos a todos los grupos en que se ha fragmentado el instrumento partidista de Balaguer y al pactar con Vargas Maldonado logró neutralizar el mayor partido de oposición. Eso le permitió capear con relativo éxito la crisis económica y las protestas sociales, así como las insatisfacciones por la creciente percepción de corrupción y descomposición social, por la delincuencia y la terrible política de ejecuciones de presuntos delincuentes que este año cobraría más de 500 vidas, según el conteo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Aunque el nuevo líder perredeísta sostiene que el Presidente se comprometió a aprobar el proyecto de ley de partidos políticos, objeto de múltiples consensos partidistas y sociales en la última década, el año concluye sin que el Gobierno dé muestras de interés en una legislación llamada a contener y sancionar los abusos de los recursos estatales en las campañas electorales y a crear mecanismos de transparencia del financiamiento de los partidos y las campañas electorales.

El proyecto también normaría la democracia interna de los partidos, fuertemente sacudida en el proceso de selección de candidatos para los comicios de mayo próximo convertido en un mercado donde sienta sus reales el poder del dinero, incluyendo el derivado de la malversación pública y el narcotráfico.

El deterioro de la política marca el fin del 2009, período en que todas las evaluaciones internacionales ratificaron al país en los últimos escalones del desarrollo humano, la transparencia y la fortaleza institucional.

Ello explica la vehemencia con que la ciudadanía se aferró al fenómeno de la jovencita Martha Heredia en un año en que se sintió frustrada hasta por la doble derrota de la selección nacional de béisbol a manos de una Holanda que apenas ensaya en ese deporte.-

Alarmante deterioro

El 2009 cierra con creciente alarma por el incremento de la corrupción y del narcotráfico, especialmente por los niveles de involucramiento de militares y policías de todos los rangos. La frecuencia con que personal de la seguridad del Estado aparece vinculado al tráfico de drogas y hasta a matanzas derivados del mismo hace temer niveles de penetración difíciles de erradicar.

Algunos de los casos más relevantes como el del prófugo puertoriqueño José Figueroa Agosto han despertado sospechas de protección y complicidad de importantes autoridades. Aunque es relevante que en el último trimestre, tras la designación de un nuevo jefe de la Dirección Nacional de Control de Drogas, se incrementaron las capturas de cargamentos de narcóticos, casi siempre cocaína, a ritmo de más de uno por semana.

Las denuncias de corrupción y malversación de fondos, en su mayoría develadas por periodistas, generalizaron la percepción de descomposición en amplios estamentos del Estado. Afectaron particularmente a la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales y su Programa de Reducción de Apagones, donde quedó evidente la malversación en sueldos y contratos en beneficio de seguidores políticos, familiares y relacionados por montos de centenares de millones de pesos. El nuevo administrador designado en agosto ha despedido dos mil quinientos empleados y todavía no ha terminado la barrida.

Pero la gran corrupción denunciada es la que se refiere a sobre valoraciones por cientos de millones de dólares en obras como la presa de Pinalito inaugurada este año, que fue presupuestada en 119 millones de dólares para terminar en 340 millones. Hasta el nuevo director de la Comisión Nacional de Ética, Vincho Castillo, pasó a formar parte de los denunciantes, señalando sobre valoración en el contrato para la presa de Montegrande, mientras en la construcción del acueducto de Samaná se denunció un sobreprecio de hasta 450 millones de pesos.

La Secretaría de Obras Públicas, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, la Oficina Supervisora de Obras del Estado, la Lotería Nacional y hasta el Senado de la República estuvieron en la picota pública por denuncias de malversación, nepotismo y tráfico de influencia, y por compras y contrataciones en violación a la ley que las rige.

Heridas abiertas, cicatrices visibles.-

De Aníbal de Castro

Hay episodios encartados en la historia de los pueblos que permanecen como un recordatorio constante de la sorprendente capacidad humana para dañar, cometer desafueros o devolvernos a las cavernas. De tiempo en tiempo, cuando se creía que las heridas habían cicatrizado sin dejar rastros, afortunadamente se levantan voces admonitorias para impedir que la desmemoria se convierta en una injusticia mayor.

Coreanos y chinos no olvidan las crueldades innumerables durante la invasión japonesa en el siglo pasado. Alemanes y franceses han legislado contra la negación del Holocausto. Pese a la proscripción legal, la intelectualidad turca ha logrado que no muera el tema del exterminio de miles de armenios. Sudáfrica, Chile, Argentina y Uruguay escarbaron una y otra vez hasta encontrar la verdad terrible de la represión y violencia institucionalizada durante los años del apartheid, en el primer caso, y de las dictaduras militares en los demás.

Recordar y perdonar no tienen por qué ser realidades polarizadas en sociedades signadas por desventuras inducidas en el pasado desde el poder. El trauma se enraíza cuando el olvido deviene en política para esquilmar la verdad, y el silencio así forjado adquiere categoría de complicidad. La verdad es liberación, y paso indispensable para la aceptación voluntaria de situaciones que son ya hechos irreversibles.

Este diario recogía el miércoles un testimonio desgarrador, pero también una lección de ciudadanía útil para reflexionar sobre nuestro pasado reciente, la solidaridad social y cómo cerrar heridas que aún permanecen abiertas, en parte por la insensibilidad arraigada en algunos sectores.

El abogado y mejor amigo Sergio Germán Medrano recordaba que, preso junto a un grupo del Movimiento 14 de Junio en "La 40" en los estertores de la tiranía, llevaron allí a las hermanas Mirabal y a Tomasina Cabral para un interrogatorio de intimidación, uno de los varios pasos del acoso en su contra emprendido por el terror oficializado y que culminó en el martirio que se conmemora cada 25 de noviembre.

Las obligaron a quedarse en ropa interior frente al grupo de jóvenes reunidos en el patio y éstos, en señal de respeto y solidaridad, se colocaron de espaldas y desobedecieron las órdenes de los verdugos que los conminaban a humillar con sus miradas curiosas a las heroínas. Lo hicieron con la frente en alta, con nobleza e hidalguía, indiferentes a las amenazas e inflado el orgullo patrio por los altos ideales que nutrían los esfuerzos de aquellos valientes por desalojar la vesania del poder.

"Fue un testimonio de valor, respeto y solidaridad hacia aquellas ejemplares patriotas", escribía Germán Medrano en su conmovedor relato y a la vez testimonio de reconocimiento a estas figuras emblemáticas que pagaron con sus vidas el precio de la libertad. No hay un reclamo protagónico en ese artículo que cala. Simplemente, reconocer la estirpe de nobleza de damas cuyo destino debió ser diferente.

En estos días, Australia ha decidido enderezar la historia. Su primer ministro, Kevin Rudd, ha pedido públicamente perdón por el tratamiento inhumano dispensado a casi medio millón de niños recluidos en orfanatos australianos desde 1930 a 1970. Se trata de un capítulo sórdido en una historia colonial que también tiene luces.

La matrícula de víctimas de un sistema desviado de educación y formación a la cañona se alimentaba también desde la metrópolis. Los cálculos son de que durante ese capítulo de la infamia unos 100 mil niños fueron llevados engañados desde el Reino Unido, como parte de una política encubierta para dotar de "población blanca" a las colonias británicas de ultramar, deformación institucional de la que tampoco escapó Canadá, en este lado nuestro del mundo.

"¡Qué voy a escribir si las lágrimas no pueden imprimirse en el papel!". Respuesta dramática, estremecedora, a la invitación para que uno de los llamados "Australianos Olvidados" consignara para la posteridad los sufrimientos vividos en el internado donde le robaron la inocencia. La exportación infantil a Australia fue a parar, además, a explotaciones comerciales en lugares remotos en donde los pequeños desamparados de la fortuna servían prácticamente como esclavos. Muchos fueron violados, azotados y expoliados. Peor aún, se les hizo creer que no tenían familiares, que habían perdido a sus padres.

Otro relato igualmente estremecedor cuenta de un niño a quien engatusaron con el pretexto de comprarle un helado. Despertó en la realidad de la colonia poblada originalmente con carne de penal, sin noción alguna de hogar. Sólo muchos años después, algunos de estos huérfanos de la fortuna conocieron a hermanos y a sus progenitores.

Es muy probable que el premier británico Gordon Brown se sume también a este acto abierto de contrición que combina un esfuerzo por reparar el daño. Tantísimo sufrimiento no quedará borrado, pero la admisión de culpa, la aceptación de que el Estado les falló a sus ciudadanos, es bálsamo para heridas que nunca debieron ser abiertas. Pero también es señal inequívoca de que difícilmente situaciones tan extremas de daño moral y material serán asumidas nuevamente desde el poder. La verdad de la tragedia ha sido reconocida.

Se ha dado el paso oportuno para que las víctimas se reencuentren a sí mismas y transiten con presteza el tramo final de superación del calvario. Aceptada la ofensa por el agresor, el perdón es viable.

Muchos de los "Australianos Olvidados" han muerto ya, pero su herencia de dolor no. La satisfacción pública dada por las autoridades salda la deuda pendiente con los descendientes, o al menos es un abono substancial.

La verdad de la dictadura de Trujillo aún no nos llega en todo su esplendor en esta geografía de media isla. Y de medias verdades. Por el contrario, hay un esfuerzo consciente en rincones de la sociedad dominicana para impedir que reluzca. O se ha consignado a la ficción un relato escrito con sangre en la realidad de un pueblo.

Se dirá que ni éste ni otros gobiernos tuvieron responsabilidad alguna en la tragedia de tres décadas que agotó con violencia vidas tan sagradas como las de las hermanas Mirabal. Y, vaya paradoja, los torturadores y paleros de ayer todavía pasean su impunidad en un acto supremo de descaro.

No es posible que caminemos en la construcción del destino democrático sin reconocer a quienes cayeron en el trayecto. Hay una culpabilidad de instancias superiores, cierto, pero que se desparrama sobre aquellos sectores de la sociedad insensibles que contribuyeron con su silencio o anuencia a la entronización de la barbarie.

Esas hermanas Mirabal, esos valientes que junto a Germán Medrano y tantos otros innominados abonaron con su sangre y sufrimientos el fruto de la libertad merecen ser reconocidos. Si no su heroísmo, por lo menos hay que admitir el error por el daño que se les causó a torturarlos, robarles sus propiedades y despojarlos de cualquier vestigio de humanidad.

No se trata de levantar el dedo acusador o de prevalecerse en el bíblico ojo por ojo para iniciar, tal vez a destiempo, el desenmascaramiento de esos carroñeros que se cebaron en lo mejor de la dominicanidad, en los soñadores, en los anticipos del reclamo por una vida en acuerdo con un estado de derecho.

La sociedad dominicana ha cambiado, pero se necesita un empuje más dinámico, una prueba de vitalidad democrática, de designio consciente para reconocer las injusticias y recompensar a las víctimas y sus herederos con el reconocimiento abierto de las desgracias que se les causaron desde el poder.

Hay lo que se llama la continuidad del Estado, y es ese artilugio legal la mejor base para reclamar unas excusas públicas por tanta maldad convertida en razón de Estado durante los años de la dictadura.

Nunca será tarde para reconocer el error. Nunca el tiempo será suficiente para que cierren heridas que la desmemoria hace sangrar cada día.

Saturday, December 26, 2009

Dios y el Mercado velan por nosotros.-


Mientras, inclemente, la crisis asfixia nuestros sueños y corona de espantos nuestra extraviada paz, todavía hay quienes reconfortan nuestros desasosiegos y nos siguen aportando esa fe que aún no perdemos y esa razón que aún nos asiste.

No importa que el infortunio acose y nos acorrale la desgracia, no importa que el sol de cada día nos niegue sus favores, alivia saber que Dios y el Mercado velan por nosotros.

Lo he confirmado ahora en que me entero que una empresa de Barcelona acaba de sacar a la venta la primera pelota de golf ecológica y biodegradable. Tan extraordinaria innovación permitirá la práctica del golf en entornos marinos sin correr el riesgo de contaminarlos. Según leo, la capa externa de las “ecobioball”, una vez caen al agua, se biodegrada en menos de 48 horas y libera al medio la comida para peces que lleva en su núcleo. Gracias a ellas y a la empresa que las produce, muchas personas, además de seguir disfrutando el juego del golf en las cubiertas de los grandes cruceros, en los resorts y otros espacios semejantes, no volverán a padecer escrúpulos ecológicos de ninguna clase dado que, incluso, estarán contribuyendo a la salvación de los desnutridos peces en vías de extinción. A no dudar de que muy pronto, en alta mar y tras de cada crucero, miles de ballenas, sardinas y otras marinas especies acompañen a los golfistas disputándose los errores que se les vayan al agua.

Y me admira saber que por más curva que la vida doble las esquinas, por más amenazas que ciñan nuestros miedos, el Mercado, que no nos desampara, analiza conductas, investiga causas, corrige problemas, busca y aporta soluciones.

Tampoco es la primera vez que, emocionado, asisto a noticias tan consoladoras e investigaciones tan determinantes.

Ocho años atrás, la Federación Alemana de Golf (DGV) investigó si las pelotas de golf perjudicaban la salud de las vacas. La citada federación estaba convencida de que en las verdes praderas alemanas, además de su tradicional y sabroso pasto, las vacas balanceaban su alimentación con pelotas de golf. Al parecer, eran tantos los campos existentes y tantas las extraviadas pelotas, que la citada federación, temiendo estar en lo cierto, financió una investigación que calibrase las consecuencias. Hay que suponer los numerosos investigadores que fueron necesarios para interrogar a cada vaca sobre el número de pelotas engullidas, o para recoger, que no siempre esos rumiantes están dispuestos a confesar las culpas, sus característicos residuos en forma de rosco pastelero a la búsqueda de indicios. Hay que imaginar las investigaciones paralelas que otras federaciones deportivas fomentaron en relación a la ingesta de pelotas de béisbol, de fútbol, de baloncesto…y a la posibilidad de que otros campestres animales se hubieran interesado en el mismo menú.

Ahora que la naturaleza, harta de cumbres huecas y vacíos protocolos, se dispone a ponerle fecha al cambio y titular a la tragedia, equipos de técnicos, de expertos, de científicos provistos de la más avanzada tecnología, afinan su ingenio y su tesón para reconfortar nuestras angustias y descubrir a tiempo, por ejemplo, que la leche de las vacas alemanas no está llena de hoyos y que un niño alimentado con leche de vaca alemana que coma pelotas de golf hasta podría convertirse en un maestro consumado de ese deporte si aprovecha los cruceros por el Mediterráneo para practicar el golf con las nuevas pelotas “ecobioball”.

Los premios IgNobel, que desde hace algunos años venían siendo la parodia de los Nobel hasta que éstos han optado por parodiarse a sí mismos, destacan algunos de los recursos económicos y técnicos que universidades, compañías públicas y privadas o instituciones dedican a investigaciones tan imprescindibles como, por ejemplo, descubrir porqué las vacas a las que se les da un nombre propio, incluso, apellidos, dan más leche que las que sólo deben escuchar los gritos e insultos del ganadero; o cuales son los efectos colaterales por tragar sables; o cómo se arrugan las sábanas; o cómo extraer fragancia y sabor de vainilla de excrementos de vaca; o porqué los arenques se comunican por medio de pedos.

En el 2005, el Ignobel de Biología fue entregado a varias universidades australianas, estadounidenses y canadienses, así como a algunas compañías francesas y suizas, y hasta al Instituto Australiano de Investigación del Vino, por haberse dedicado durante años, gracias a los cuantiosos recursos económicos y humanos dispuestos, a oler y catalogar los peculiares olores producidos por 131 diversas especies de rana en situación de estrés.

Y por si no bastara con la tecnología y los recursos del Mercado por reconducir los ánimos de un mundo atribulado hacia mejores destinos, la Iglesia también asiste al general desvelo aportando su santa bendición, que el comunismo podrá ser “inmoral e inhumano”, como advertía en estos días el papa Ratzinger, pero Dios seguirá siendo nuestra más divina y posible referencia humana y moral, el único, además del Mercado, que vela nuestros sueños.

Una muy grata noticia para despertar al año nuevo.

¡Pobre de los pobres!

Es inútil pretender oponerse, vencer a la Naturaleza, a la vida

Escrito por: CARLOS TEMISTOCLES ROA

Lo he dicho: es inútil pretender oponerse, vencer a la Naturaleza, a la vida. Ella, al fin, se impondrá. No hay, ni habrá fuerza ni Poder que la resista. “Sic glori tran sit mundi” (la gloria va de tránsito por el mundo). Hoy, sintiéndome como lo que soy: una infinitésima porción de la más pequeña desprendida del átomo, la Naturaleza me impulsa, me obliga a resurgir de mi autoexilio comunicativo, de “mi dulce anonimato”.

Hoy vuelvo a mis orígenes; vuelvo a pensar en los pobres ¡somos tantos! Hoy pienso en ellos. ¿Sabrán ellos lo que es pensar; peor aún, podrán decir, trasmitir lo que piensan?: ¡Vana y pretenciosa pretensión! ¿Podrán ellos hablarles a los eruditos; a los del Jet Set; del VIP; de la high class; los elegibles y electores; los Mandatarios y Mandantes; la plutocracia y la plebe; los ambientalistas y los neoclásicos; los progresistas y privatizadores; los del índice creciente; los de los déficit fiscal y cuasi-fiscal; de la balanza de pagos; los de mega-byte y de www.com?. ¿Y qué es eso –se preguntarán- de Mercosur y Otan; T-bon steak y chautebrand; lazaña y cheesseburger; euros y DEG; yen y Hang Seng; Down Jones y Nasdaq? ¡Vaya Ud. a saber! ¡Cuánta palabrería y simbología; qué mar de incongruencias y petulancias; cuántos bla, bla…y bla, bla, bla!...

¿Y nuestros GRANDES MAESTROS y catedráticos; eminentes intelectuales, magnánimos Gobernantes; dignos Prelados y sabios Representantes; constitucionalistas y legisladores; se han preocupado por enseñar a los pobres; que hay vocales y consonantes; que hay códigos y leyes que les califican como delincuentes y criminales; que no son ciudadanos ni podrán trabajar en actividad sana por no saber leer ni escribir, ni firmar cheques o giros; pagareses o LETRAS; ni tener tarjetas o créditos y que, al ser tan ignorantes, sólo estarán hábiles para nutrir el ejército de aquellos delincuentes y criminales?

¡Cuánta insensatez; cuánta desvergüenza siento –hasta de mí mismo- ante el rotundo fracaso de nuestra civilización; de considerarnos seres y sociedad civilizada y mirar, sin sonrojarnos, la existencia de miles, de millones de personas que a penas sí saben que existen porque, quienes lo sabemos, los ignoramos o los aniquilamos. ¡Ah, pobre de los pobres! Y es que son tan ignorantes que ignoran que pronto se reunirá la “Cúpula Empresarial” para enviar su informe anual Grupo de los 6, de los 8 ó de los 20: no importa! Pero se cumple con entregárselo y lo lean –si es que lo leen- lo que sí harán es DECLARAR que basándose en ese Informe el Grupo que sea, de los 20 y los 30, y aún el de los UNO, ha decidido aprobar una nueva RESOLUCIÓN para dar solución al problema de la pobreza en el mundo, mediante la ejecución del “Plan del 2do. Milenio” y para ello serán convocados a una próxima CUMBRE los filántropos integrantes de sus principales entidades, tales como el BANCO MUNDIAL (B/M); el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su ilustre cobrador Fondo Monetario Internacional (FMI); a fin de que asistan a los países y a sus pobres pueblos, con AYUDAS y/o préstamos que no excedan; sus intereses al 24% anual; todo suscrito en convenios de Asistencia que se incluirán en sus respectivas DEUDAS EXTERNAS.

¡Cuántas ayudas; cuántas asistencias; cuánto desprendimiento!

¡Qué poco tiempo de supervivencia le espera a la pobreza y a los pobres!: “Con amigos así quien requiere de enemigos”.

¡Pobre de los pobres! Tanta ha sido y es su pobreza que hay olvidado que ya estamos en NAVIDAD. Ah, perdón: es que los pocos que gozan, que celebran ese día, han olvidado también decirles que esa palabra: NAVIDAD significa Nacimiento ¿de quién?, de Cristo; Sí, El Salvador, el Mesías, el Señor, Jesús, su Dios.

¡Pobre de los pobres! Ignoran que a ellos y a todos, nos ha nacido un nuevo Dios, cuyo nombre no es Jesús, el de la NAVIDAD; sino DINERO, por el que mueren, asaltan, exterminan y ya no tienen prójimos, ni hermanos, ni vecinos, ni paz, ni amor. Ahora tienen Bancos, Financieras, Créditos, depósitos, deudas; todos ligados a su nuevo Dios: DINERO.

Oh! se dirán los pobres, y entonces para qué tántas reuniones, cumbres, estudios, informes. ¿por qué entonces no fundan un nuevo BANCO DE AYUDA A LOS POBRES y depositan en él, cada país el 1% de su PIB (Producto Interno Bruto) o mejor aún: el 1% de sus respectivos Presupuestos Nacionales de cada año; y si así se hiciera entonces los pobres, cada año, conoceremos el significado del mensaje CRISTIANO: ¡FELICES PASCUAS Y PROSPERO AÑO NUEVO!

La democracia.-

Lo principal era, como ahora, el destino incierto de la nación

Escrito por: BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO

La democracia no fracasa, fracasan quienes incumplen sus obligaciones y facilitan el desorden y la falta de autoridad. Olvidan que el gobierno de fuerza asesinó y torturó miles de jóvenes y otros fueron arrojados a orillas de los caminos como advertencia; de eso no se habla.

En esos tiempos se decía: por la boca muere el peje; en boca cerrada no entran moscas; a Trujillo no lo menciones ni bien ni mal, no sea que te equivoques.

Resulta más rentable culpar a Hitler de las atrocidades cometidas por alemanes, que admitir que el genocidio se convirtió en una actitud europea.

Aquí sólo culpamos a Trujillo, así la sociedad vive en armonía, perdonamos ladrones, asesinos y calieses, queremos ignorar a quienes facilitaron sus mujeres e hijas para complacer la lujuria del tirano, dizque olvidamos las mujeres que se ofrecieron al tirano y ahora sus hijos son señorones, no recordamos a quienes se hicieron ricos al amparo del mandamás. Así es más cómodo.

Preferimos callar y pagar grandes sumas por estudios en colegios construidos en terrenos del Estado, con fondos del Estado y toda suerte de exoneraciones para que los dotaran del mobiliario.

La tiranía fue el desenfreno controlado para el beneficio del tirano y su gente. Por más vueltas que se le dé al asunto, Trujillo gobernó con mucha gente cuya lealtad retribuyó con fincas, casas, terrenos urbanos, empresas, escuelas, colegios, becas: creó así una base social y política que perdura en la derecha política dominicana.

El hombre no fue un extraterrestre que descendió de un platillo volador, no, Trujillo fue un efecto no una causa.

La causa que llevó a Trujillo y su gente al poder fue la de jóvenes mulatos inteligentes, preparados, a los cuales se les impedía llegar a las posiciones públicas más importantes.

Sin embargo, lo principal, entonces como ahora, era el destino incierto de la nación y la falta de autoridad.

En un documental televisado sobre el juicio en Nuremberg a criminales de guerra nazis, no se mencionaron los calieses y científicos que rusos y norteamericanos salvaron de la hoguera para utilizarlos, como ocurrió aquí, a la hora en que no se hizo justicia.

El fantasma del nazismo amenaza, aquí se elogia el trujillaje, allá y acá se habla de la necesidad de gobiernos de mano dura.

El gobierno de mano dura puede y debe operar en un régimen democrático, basta con que se aplique la ley sin discrímenes, esa es la mano dura.

¿Qué impide que se apliquen las leyes? ¿Será que hay autoridades tan delincuentes como los delincuentes y juegan a la impunidad?

Wednesday, December 23, 2009

Cuatro frases que hacen crecer la nariz de Pinocho.-

Eduardo Galeano
LibreRed
eduardo-galeano“Somos todos culpables de la ruina del planeta”

La salud del mundo está hecha un asco. ‘Somos todos responsables’, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie lo es.

Como conejos se reproducen los nuevos tecnócratas del medio ambiente. Es la tasa de natalidad más alta del mundo: los expertos generan expertos y más expertos que se ocupan de envolver el tema en el papel celofán de la ambigüedad. Ellos fabrican el brumoso lenguaje de las exhortaciones al ’sacrificio de todos’ en las declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos internacionales que nadie cumple.

Estas cataratas de palabras -inundación que amenaza convertirse en una catástrofe ecológica comparable al agujero del ozono- no se desencadenan gratuitamente. El lenguaje oficial ahoga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el jugo.

Pero las estadísticas confiesan. Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el 20 por ciento de la humanidad comete el 80 por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los asesinos llaman suicidio y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación de los recursos naturales no renovables.

La señora Harlem Bruntland, quien encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que si los 7 mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, “harían falta 10 planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades”. Una experiencia imposible.

Pero los gobernantes de los países del Sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no sólo deberían ser procesados por estafa. No sólo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo.

“Es verde lo que se pinta de verde”

Ahora, los gigantes de la industria química hace su publicidad en color verde, y el Banco Mundial lava su imagen repitiendo la palabra ecología en cada página de sus informes y tiñendo de verde sus préstamos. “En las condiciones de nuestros préstamos hay normas ambientales estrictas”, aclara el presidente de la suprema banquería del mundo. Somos todos ecologistas, hasta que alguna medida concreta limita la libertad de contaminación.

Cuando se aprobó en el Parlamento del Uruguay una tímida ley de defensa del medio ambiente, las empresas que echan veneno al aire y pudren las aguas se sacaron súbitamente la recién comprada careta verde y gritaron su verdad en términos que podrían ser resumidos así: “los defensores de la naturaleza son abogados de la pobreza, dedicados a sabotear el desarrollo económico y a espantar la inversión extranjera”.

El Banco Mundial, en cambio, es el principal promotor de la riqueza, el desarrollo y la inversión extranjera. Quizás por reunir tantas virtudes, el Banco manejará, junto a la ONU, el recién creado Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

Este impuesto a la mala conciencia dispondrá de poco dinero, 100 veces menos de lo que habían pedido los ecologistas, para financiar proyectos que no destruyan la naturaleza. Intención irreprochable, conclusión inevitable: si esos proyectos requieren un fondo especial, el Banco Mundial está admitiendo, de hecho, que todos sus demás proyectos hacen un flaco favor al medio ambiente.

El Banco se llama Mundial, como el Fondo Monetario se llama Internacional, pero estos hermanos gemelos viven, cobran y deciden en Washington. Quien paga, manda, y la numerosa tecnocracia jamás escupe el plato donde come. Siendo, como es, el principal acreedor del llamado Tercer Mundo, el Banco Mundial gobierna a nuestros países cautivos que por servicio de deuda pagan a sus acreedores externos 250 mil dólares por minuto, y les impone su política económica en función del dinero que concede o promete.

La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.

“Entre el capital y el trabajo, la ecología es neutral”

Se podrá decir cualquier cosa de Al Capone, pero él era un caballero: el bueno de Al siempre enviaba flores a los velorios de sus víctimas… Las empresas gigantes de la industria química, petrolera y automovilística pagaron buena parte de los gastos de la Eco 92.

La conferencia internacional que en Río de Janeiro se ocupó de la agonía del planeta. Y esa conferencia, llamada Cumbre de la Tierra, no condenó a las transnacionales que producen contaminación y viven de ella, y ni siquiera pronunció una palabra contra la ilimitada libertad de comercio que hace posible la venta de veneno.

En el gran baile de máscaras del fin de milenio, hasta la industria química se viste de verde. La angustia ecológica perturba el sueño de los mayores laboratorios del mundo, que para ayudar a la naturaleza están inventando nuevos cultivos biotecnológicos.

Pero estos desvelos científicos no se proponen encontrar plantas más resistentes a las plagas sin ayuda química, sino que buscan nuevas plantas capaces de resistir los plaguicidas y herbicidas que esos mismos laboratorios producen. De las 10 empresas productoras de semillas más grandes del mundo, seis fabrican pesticidas (Sandoz, Ciba-Geigy, Dekalb, Pfiezer, Upjohn, Shell, ICI).

La industria química no tiene tendencias masoquistas. La recuperación del planeta o lo que nos quede de él implica la denuncia de la impunidad del dinero y la libertad humana. La ecología neutral, que más bien se parece a la jardinería, se hace cómplice de la injusticia de un mundo donde la comida sana, el agua limpia, el aire puro y el silencio no son derechos de todos sino privilegios de los pocos que pueden pagarlos.

Chico Mendes, obrero del caucho, cayó asesinado a fines del 1988, en la Amazonía brasileña, por creer lo que creía: que la militancia ecológica no puede divorciarse de la lucha social. Chico creía que la floresta amazónica no será salvada mientras no se haga la reforma agraria en Brasil.

Cinco años después del crimen, los obispos brasileños denunciaron que más de 100 trabajadores rurales mueren asesinados cada año en la lucha por la tierra, y calcularon que cuatro millones de campesinos sin trabajo van a las ciudades desde las plantaciones del interior. Adaptando las cifras de cada país, la declaración de los obispos retrata a toda América Latina. Las grandes ciudades latinoamericanas, hinchadas a reventar por la incesante invasión de exiliados del campo, son una catástrofe ecológica: una catástrofe que no se puede entender ni cambiar dentro de los límites de la ecología, sorda ante el clamor social y ciega ante el compromiso político.

“La naturaleza está fuera de nosotros”

En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: “Honrarás a la naturaleza de la que formas parte”. Pero no se le ocurrió. Hace cinco siglos, cuando América fue apresada por el mercado mundial, la civilización invasora confundió a la ecología con la idolatría. La comunión con la naturaleza era pecado. Y merecía castigo.

Según las crónicas de la Conquista., los indios nómadas que usaban cortezas para vestirse jamás desollaban el tronco entero, para no aniquilar el árbol, y los indios sedentarios plantaban cultivos diversos y con períodos de descanso, para no cansar a la tierra. La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoniaca o la ignorancia.

Para la civilización que dice ser occidental y cristiana, la naturaleza era una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para siempre. La naturaleza, que era eterna, nos debía esclavitud.

Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos, y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. Ya no se habla de someter a la naturaleza, ahora hasta sus verdugos dicen que hay que protegerla. Pero en uno u otro caso, naturaleza sometida y naturaleza protegida, ella está fuera de nosotros.

La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo.

El arte de ser feliz.-

Frei Betto

Recibí este escrito de una amiga:

¿Existe alguna receta capaz de hacer que una persona se apasione por algo, sea lo que sea? No es necesario que sea algo trascendental. Pero sí algo que dé sentido a la vida. No es que la vida esté desprovista de sentido, sino desprovista de sabor.


"Está claro que me estoy refiriendo a mí, y que puedo incluso estar siendo demasiado exigente, o demasiado cruel con mi persona. Pero ésta es una reflexión de hoy, de ahora. Me doy cuenta de que no tengo ninguna pasión. Eso es al menos lo que me dice mi mente y lo que percibo. Y eso me hace sentir como carente de algo.


"Hay gente a quien le gustan las carreras de coches, de caballos, de barcos. Gente a la que le gusta hacer punto, escalar montañas, meditar durante hooooras seguidas; a quien le gusta leer, ser médico, periodista, político incluso. Qué vida… cómo lo admiro. La vida frenética de las ciudades bulle en algunas personas, y la vida tranquila del campo en otras. Tengo alegrías y una normalidad ética permeada por un buen sentido refinado. Pero siento (hasta irracionalmente), de una forma muy fuerte, la inestabilidad.


"Un día tú dijiste que te gustaría ser semilla. Reflexioné sobre ello… pero no pasó nada. El ritual inevitable de la convivencia y todo lo que rodea las relaciones interpersonales, sumado a un buen augurio astral, ya cuidan de ello. Quería apasionarme. Tener un hobby. Uno cualquiera.


"Son muchas las alegrías. Tengo la sonrisa fácil… Pero la felicidad es cosa rara, de frágiles y preciosos momentos. Tengo una querencia morbosa con la música de Zeca Pagodinho que dice: "…deja que la vida me lleve… vida, llévame…" Quiero sentir un sentido. La vida, el planeta, la diversidad religiosa, etc. son asombrosos de tan infinitos. Pero permanezco insensible. Sin querer explotar su tiempo y sus insights… digo: quisiera saber qué dices sobre esto".


Quedé pensativo. Hay personas que me creen portador de respuestas para cualquier problema de la vida. No saben los que yo acumulo en mi propia trayectoria. Sin embargo sé lo que es la felicidad. Difiere de la alegría. La felicidad es un estado de espíritu, es estar bien consigo mismo, con la naturaleza, con Dios. No siempre con los demás. Las relaciones humanas son amorosamente conflictivas. Envidias, congojas, riñas, malos entendidos, son piedras en el zapato.

La alegría es algo que se experimenta ocasionalmente. Una persona puede ser feliz sin parecer alegre. Y conozco a muchos que derrochan alegría sin convencerme de que son felices.

Después de meditar sobre la consulta de mi amiga respondí: "Querida X: diría que lo primer es salir del refugio… Juntarse con quien ya encontró algún sentido en la vida: un equipo en el juego de ajedrez, la pandilla del cine en casa, el grupo político, la ONG de la solidaridad, etc. Es necesario juntarse, sentir el estímulo que procede de la comunidad, de los demás, ese entusiasmo que, si hoy falta en mí, proviene del compañero de al lado…

"Puedes encontrar la pasión de vivir en mil actividades: leer historias en un asilo, ayudar voluntariamente en un hospital pediátrico, coser para un hogar cuna o participar en un partido político, en un grupo de apoyo a movimientos sociales, alfabetizar a empleadas domésticas y a porteros de apartamentos o dedicarte a investigar la historia del candomblé o el por qué tantos jóvenes buscan en la droga la utopía química que no encuentran en la vida.

"Pero, sobre todo, sugiero sumergirse en una experiencia espiritual. Sumergirse. Es lo que ahora, en esta mañana luminosa de Cruz das Almas (BA), me viene a la cabeza y al corazón".

El sabio profesor Milton Santos, que no tenía creencia religiosa, decía que la felicidad se encuentra en los bienes infinitos. Mientras que la cultura capitalista que respiramos centra la felicidad en la posesión de bienes finitos. Ahora bien, el sicoanálisis sabe que nuestro deseo es infinito, insaciable. Y la teología identifica a Dios como su objetivo.

En mi opinión no hay nadie más feliz que los místicos. Son personas que consiguen orientar el deseo hacia dentro de sí, al contrario de la pulsión consumista, que trata de buscar la satisfacción del deseo en algo que está fuera de nosotros. Al no abrazar la vía del Absoluto, el peligro está en encarrilarse por la del absurdo.

Como el Mercado, que todo lo ofrece en envolturas seductoras, todavía no ha sido capaz de ofrecer lo que todos más buscamos -la felicidad-, entonces trata de meternos la idea de que la felicidad es el resultado de la suma de los placeres. Poseer tal auto, aquella casa, realizar aquel viaje, vestir tal ropa… nos hará tan felices como la imagen de los actores y actrices que aparecen en los carteles publicitarios.

Tengo la certeza de que nada vuelve a una persona más feliz que el empeñarse a favor de la felicidad ajena; y esto vale tanto en la relación íntima como en el compromiso social de luchar por "otro mundo posible", sin desigualdades insultantes y en el que todos puedan vivir con dignidad y paz. El derecho a la felicidad debiera constar en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y los países no debieran ansiar en adelante el crecimiento del PIB sino el del FIB: la Felicidad Interna Bruta.