Thursday, December 10, 2009

Hoy es un día normal...

Bethania Ortega - 12/10/2009

Santo Domingo.- Hoy es un día normal pero yo voy a hacerlo intenso… Hoy puede apagarse el sol, pero no la luz de mi alma… Así dice Juanes en una de sus canciones, en ella pienso a veces cuando estoy en un carro público lleno de gente infeliz, cansada y tan desesperada como yo por llegar a su destino…

O en esas horas eternas de clases en la universidad, donde el cansancio de la faena laboral y el aburrimiento le ganan a mis deseos de aprender, y ni hablar de aquellos domingos interminables de trabajo, en los que me mortifica lo radiante del sol, por todo lo que me estoy perdiendo mientras tecleo en mi cubículo … En todas estas ocasiones yo pienso en esta canción.

Trato de imaginar lo que realmente será un día normal (porque los míos no tienen nada de “normales”) cuestiono mis quejas con la vida y me pregunto ¿Realmente se puede transformar en algo intenso cada día? ¿Podemos obviar las dificultades y a pesar de los pesares, sonreir? ¿Nos permite nuestra condición de humanos, (por consiguiente, con toda clase de sentimientos en nuestro interior) ser felices cada día de nuestra existencia? La realidad y mis veintitantos años de experiencia como residente del mundo me llevan a decir que no.

Sin embargo, también me llevan a determinar que ante todo lo importante es no olvidar que cada una de esas dificultades es un costo mínimo de cada gran bendición que tenemos, como es el tener un empleo, tener la oportunidad de recibir educación, poder estar vivo y disfrutar de las cosas hermosas que se cuelan en la cotidianidad.

Los días normales no existen… Existen las rutinas, los momentos menospreciados, las contrariedades, el hastío y otras cosas más que se pueden apoderar de nuestros valiosos días, solo si se lo permitimos, olvidando las maravillas que llenan nuestras vidas.