Lo principal era, como ahora, el destino incierto de la nación
La democracia no fracasa, fracasan quienes incumplen sus obligaciones y facilitan el desorden y la falta de autoridad. Olvidan que el gobierno de fuerza asesinó y torturó miles de jóvenes y otros fueron arrojados a orillas de los caminos como advertencia; de eso no se habla.
En esos tiempos se decía: por la boca muere el peje; en boca cerrada no entran moscas; a Trujillo no lo menciones ni bien ni mal, no sea que te equivoques.
Resulta más rentable culpar a Hitler de las atrocidades cometidas por alemanes, que admitir que el genocidio se convirtió en una actitud europea.
Aquí sólo culpamos a Trujillo, así la sociedad vive en armonía, perdonamos ladrones, asesinos y calieses, queremos ignorar a quienes facilitaron sus mujeres e hijas para complacer la lujuria del tirano, dizque olvidamos las mujeres que se ofrecieron al tirano y ahora sus hijos son señorones, no recordamos a quienes se hicieron ricos al amparo del mandamás. Así es más cómodo.
Preferimos callar y pagar grandes sumas por estudios en colegios construidos en terrenos del Estado, con fondos del Estado y toda suerte de exoneraciones para que los dotaran del mobiliario.
La tiranía fue el desenfreno controlado para el beneficio del tirano y su gente. Por más vueltas que se le dé al asunto, Trujillo gobernó con mucha gente cuya lealtad retribuyó con fincas, casas, terrenos urbanos, empresas, escuelas, colegios, becas: creó así una base social y política que perdura en la derecha política dominicana.
El hombre no fue un extraterrestre que descendió de un platillo volador, no, Trujillo fue un efecto no una causa.
La causa que llevó a Trujillo y su gente al poder fue la de jóvenes mulatos inteligentes, preparados, a los cuales se les impedía llegar a las posiciones públicas más importantes.
Sin embargo, lo principal, entonces como ahora, era el destino incierto de la nación y la falta de autoridad.
En un documental televisado sobre el juicio en Nuremberg a criminales de guerra nazis, no se mencionaron los calieses y científicos que rusos y norteamericanos salvaron de la hoguera para utilizarlos, como ocurrió aquí, a la hora en que no se hizo justicia.
El fantasma del nazismo amenaza, aquí se elogia el trujillaje, allá y acá se habla de la necesidad de gobiernos de mano dura.
El gobierno de mano dura puede y debe operar en un régimen democrático, basta con que se aplique la ley sin discrímenes, esa es la mano dura.
¿Qué impide que se apliquen las leyes? ¿Será que hay autoridades tan delincuentes como los delincuentes y juegan a la impunidad?