Wednesday, December 9, 2009

BOLIVIA: TREMENDA VICTORIA DE LA DEMOCRACIA.-

De José E. Oviedo Landestoy

En el país todavía más pobre de Sudamérica, en la nación que cometió el "pecado original" de ser fundada en 1825, excluyendo el 90% de sus pobladores, la que durante muchas décadas se peleó por el título de campeón de la inestabilidad institucional, en ese territorio de la patria latinoamericana, donde cayera el Che Guevara, el domingo 6 de diciembre de 2009, volvió a retumbar la profética sentencia del gran líder aymará, Tupac Katari: VOLVERÉ Y SERÉ MILLONES.

La abrumadora victoria electoral de la fórmula presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera, le da continuidad a un gobierno de "poncho y corbata", que ha logrado a través del Plan Nacional de Desarrollo (PND) reducir de manera sostenida la pobreza, asegurándole también a las madres embarazadas, a los niños en edad escolar y a los envejecientes los beneficios materiales elementales de la ciudadanía, al tiempo que ha mantenido la inflación bajo control y aumentado extraordinariamente las reservas internacionales, de un país que ha visto restablecida su dignidad nacional, con la nacionalización de sus recursos naturales y la defensa intransigente de su soberanía y autodeterminación nacional.

Con la conquista de la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa Plurinacional (Senado y Cámara de Diputados) y la reelección del Ejecutivo, Evo Morales y Álvaro García Linera inaugurarán a partir del 22 de enero de 2010, un segundo mandato (primero, de acuerdo a la nueva Constitución vigente) que le permitirá "profundizar y acelerar el proceso de cambio", iniciado en el 2005.

Los números y los resultados de la jornada electoral del 6 de diciembre retratan muy claramente dos tendencias predominantes en la escena política boliviana: el crecimiento sostenido y diversificado de la base de apoyo del gobierno, implícito en la reafirmación de su preferencia mayoritaria, en 6 de los 9 departamentos, y sus avances significativos en los departamentos (Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando) de la llamada "media luna", por un lado y el decrecimiento continuo y la división entre las fuerzas de la oposición conservadora, por el otro.

El proceso de refundación del Estado boliviano, como Estado Plurinacional y Autonómico recibió el 6 de diciembre un nuevo y fuerte empujón, que puede dar origen a un nuevo ciclo, donde, al decir del Presidente Evo Morales, "dejará de existir la media luna para convertirse en una luna llena de unidad nacional entre todos los bolivianos."

Sin lugar a dudas, el veredicto de las urnas, a la par de confirmar que es posible cambiar a Bolivia con votos y no con balas, gracias a la conciencia y a la movilización del pueblo, es al mismo tiempo una aleccionadora enseñanza para los promotores internos y externos, en nuestro continente y países de conspiraciones, golpes de Estado, magnicidios y mataderos y farsas electorales, como las escenificadas recientemente en la república centroamericana de Honduras.

Por su impresionante participación ciudadana (un 94% de 5.1 millones de votantes), por la transparencia, orden y tranquilidad con que se desarrollaron y por el magnífico significado político nacional y regional de sus resultados, las elecciones generales del 6 de diciembre de 2009, en la Bolivia andino-amazónica, representan una tremenda victoria de la democracia en América Latina y el mundo.