De Homero Figueroa...
Lo bueno casi siempre es bello. Los actos verdaderos y justos por lo regular gozan de esa cualidad estética. Lo contrario también es verdad, la injusticia y la mentira presentan un perfil de desagradable fealdad. Los actos públicos pueden ser juzgados atendiendo a la tesis de que lo ético es estético. Un desordenado predio vegetal sólo se convierte en jardín por la acción capaz y de buen gusto de un jardinero. La tijera de poda hace el milagro del orden mediante el corte de todo lo que sobra. El jardín gubernamental está lleno de malas hierbas. La poda es necesaria.
hfigueroa@diariolibre.com
Lo bueno casi siempre es bello. Los actos verdaderos y justos por lo regular gozan de esa cualidad estética. Lo contrario también es verdad, la injusticia y la mentira presentan un perfil de desagradable fealdad. Los actos públicos pueden ser juzgados atendiendo a la tesis de que lo ético es estético. Un desordenado predio vegetal sólo se convierte en jardín por la acción capaz y de buen gusto de un jardinero. La tijera de poda hace el milagro del orden mediante el corte de todo lo que sobra. El jardín gubernamental está lleno de malas hierbas. La poda es necesaria.
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