Escrito por: Narciso Isa Conde (narsoisa@gmail.com)
Ninguno es un candidato especial. Ninguna por igual. Defiende el ambiente y no adultera las áreas protegidas.
Jamás privatizaría la propiedad pública o favorecería a la Barrick Gold. No tiene una pizca de neoliberal.
Es partidario de la Constituyente para reemplazar esta seudo-democracia por una democracia participativa.
Propugna porque el producto del trabajo del pueblo y las riquezas naturales del país no sean apropiadas por minorías y se conviertan, por fin, en patrimonio de la sociedad.
La solidaridad humana, la justicia social, la igualdad de derechos y la autodeterminación del país, es su Norte.
Rechaza la simulación y le indignan estos narco-gobiernos, por lo cual no quiere nada con las cúpulas del PLD y el PRD; menos con la escoria balaguerista. Tampoco pertenece a sus partidos satélites, ni forma parte de sus enlodadas boletas electorales.
Combate esa partidocracia corrompida para desplazarla del poder que comparte con la oligarquía, las transnacionales y el generalato de igual calaña.
Ninguno/a no aspira a robar “legalmente” vendiendo exoneraciones de Ferrari, Porche, Bentley, Roll Roice, Mercedes Benz… y jamás se postularía junto a esos pillos encorbatados.
Nunca ha tenido –ni aspira a tener- “barrilitos”, sueldos y dietas exorbitantes, ongs o “fundaciones” millonarias. Repudia los sobornos, los “peajes” y las ventas de leyes congresuales y resoluciones municipales.
Nunca ha sido presidente, vicepresidente/a o ministro/a de gobiernos desastrosos y perversos para luego presentarse como un angelito/a.
Por eso Ninguno no tiene que promoverse con fotografías maquilladas y rejuvenecidas, con sonrisitas falsas, son saco y corbata, o con corbata sin saco… mucho menos gastar fortunas (robadas o suministradas por narco-empresarios y oligarcas) en clientelismo y publicidad individualista de mal gusto, carente de mensaje social.
Ninguno/a se da a querer de otra manera. Prefiere seguir siendo un ser sencillo, sensible y enemigo de lo ajeno.
Por Ninguno, pues, se debe votar de múltiples maneras: poniéndole la N a la boleta, anulándola o incluso dejando de concurrir a las urnas y haciéndolo evidente.
Indigna sí que la JCE se haya negado a poner la casilla de Ninguno en la boleta electoral.
Pero igual: Ninguno es un candidato imaginario fuerte, que pronto habrá de ser real si logramos resquebrajar este sistema electoral excluyente e ilegitimar a los Ferrari.
Ninguno es un candidato especial. Ninguna por igual. Defiende el ambiente y no adultera las áreas protegidas.
Jamás privatizaría la propiedad pública o favorecería a la Barrick Gold. No tiene una pizca de neoliberal.
Es partidario de la Constituyente para reemplazar esta seudo-democracia por una democracia participativa.
Propugna porque el producto del trabajo del pueblo y las riquezas naturales del país no sean apropiadas por minorías y se conviertan, por fin, en patrimonio de la sociedad.
La solidaridad humana, la justicia social, la igualdad de derechos y la autodeterminación del país, es su Norte.
Rechaza la simulación y le indignan estos narco-gobiernos, por lo cual no quiere nada con las cúpulas del PLD y el PRD; menos con la escoria balaguerista. Tampoco pertenece a sus partidos satélites, ni forma parte de sus enlodadas boletas electorales.
Combate esa partidocracia corrompida para desplazarla del poder que comparte con la oligarquía, las transnacionales y el generalato de igual calaña.
Ninguno/a no aspira a robar “legalmente” vendiendo exoneraciones de Ferrari, Porche, Bentley, Roll Roice, Mercedes Benz… y jamás se postularía junto a esos pillos encorbatados.
Nunca ha tenido –ni aspira a tener- “barrilitos”, sueldos y dietas exorbitantes, ongs o “fundaciones” millonarias. Repudia los sobornos, los “peajes” y las ventas de leyes congresuales y resoluciones municipales.
Nunca ha sido presidente, vicepresidente/a o ministro/a de gobiernos desastrosos y perversos para luego presentarse como un angelito/a.
Por eso Ninguno no tiene que promoverse con fotografías maquilladas y rejuvenecidas, con sonrisitas falsas, son saco y corbata, o con corbata sin saco… mucho menos gastar fortunas (robadas o suministradas por narco-empresarios y oligarcas) en clientelismo y publicidad individualista de mal gusto, carente de mensaje social.
Ninguno/a se da a querer de otra manera. Prefiere seguir siendo un ser sencillo, sensible y enemigo de lo ajeno.
Por Ninguno, pues, se debe votar de múltiples maneras: poniéndole la N a la boleta, anulándola o incluso dejando de concurrir a las urnas y haciéndolo evidente.
Indigna sí que la JCE se haya negado a poner la casilla de Ninguno en la boleta electoral.
Pero igual: Ninguno es un candidato imaginario fuerte, que pronto habrá de ser real si logramos resquebrajar este sistema electoral excluyente e ilegitimar a los Ferrari.