Marcos Díaz Guillén
La palabra resiliencia no la van a encontrar en el diccionario de la lengua española. Es un concepto acuñado por los psicólogos, significando la capacidad que tiene el individuo de triunfar en la vida a pesar de las adversidades. Ha llamado la atención la manera en que han sobrevivido niños y adultos en los campos de concentración, en orfelinatos, a guerras y grandes catástrofes naturales, cómo se han destacado en la ciencia, las artes y otras actividades, niños de la calle maltratados y violados.
Aunque no siempre es así, con mucha frecuencia se asocia el nivel intelectual a una mayor resiliencia ya que se entiende, que la persona con mayor conocimiento y mayor capacidad intelectual puede procesar y elaborar con mayor eficacia los traumas y los factores estresantes. Visto así, el nivel educacional jugará un papel importante para que un individuo o una sociedad sea calificada de pro-resiliente. La resiliencia ecológica se refiere, a la capacidad de las comunidades para soportar las perturbaciones que le impiden crecer y desarrollarse. Es esa la capacidad que en los tiempos actuales necesita la sociedad dominicana para soportar el desorden institucionalizado, el irrespeto a la ley, la pérdida de valores, la impunidad, el culto al poder, al dinero, a la palabra ligera y vacía, el culto a los vicios y al sexo vulgarizado.
Debemos ir cambiando nosotros y ser lo suficientemente fuertes para conseguir en el tiempo convertirnos en una sociedad resiliente, donde podamos hacer de nuestras limitaciones los elementos que nos ayuden a superarnos, fomentando una familia más sólida en sus valores, para evitar que unos pocos que vociferan silencien a la mayoría que deseamos vivir en un país habitable y decente.
Necesitamos como sociedad fomentar la capacidad para seguir proyectándonos en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas muchas veces graves. Para sobrevivir como sociedad, debemos estar alertas, vigilantes y exigentes, comenzando por nosotros mismos, debemos cambiar nuestras actitudes siendo menos indolentes, más justos y solidarios, exigiéndonos nosotros primero para tener el derecho de exigirle a los que nos gobiernan, reconociendo que nuestro desarrollo como individuo y como sociedad no nos vendrá desde fuera. Al hacerlo, nos estaremos convirtiendo en una sociedad de individuos capaces de resistir hasta conseguir el objetivo: un país donde nuestros hijos puedan vivir y crecer en sanidad.
Puede hacer sus preguntas al pediatra al e-mail: marcosdiazguillén@gmail.com
La palabra resiliencia no la van a encontrar en el diccionario de la lengua española. Es un concepto acuñado por los psicólogos, significando la capacidad que tiene el individuo de triunfar en la vida a pesar de las adversidades. Ha llamado la atención la manera en que han sobrevivido niños y adultos en los campos de concentración, en orfelinatos, a guerras y grandes catástrofes naturales, cómo se han destacado en la ciencia, las artes y otras actividades, niños de la calle maltratados y violados.
Aunque no siempre es así, con mucha frecuencia se asocia el nivel intelectual a una mayor resiliencia ya que se entiende, que la persona con mayor conocimiento y mayor capacidad intelectual puede procesar y elaborar con mayor eficacia los traumas y los factores estresantes. Visto así, el nivel educacional jugará un papel importante para que un individuo o una sociedad sea calificada de pro-resiliente. La resiliencia ecológica se refiere, a la capacidad de las comunidades para soportar las perturbaciones que le impiden crecer y desarrollarse. Es esa la capacidad que en los tiempos actuales necesita la sociedad dominicana para soportar el desorden institucionalizado, el irrespeto a la ley, la pérdida de valores, la impunidad, el culto al poder, al dinero, a la palabra ligera y vacía, el culto a los vicios y al sexo vulgarizado.
Debemos ir cambiando nosotros y ser lo suficientemente fuertes para conseguir en el tiempo convertirnos en una sociedad resiliente, donde podamos hacer de nuestras limitaciones los elementos que nos ayuden a superarnos, fomentando una familia más sólida en sus valores, para evitar que unos pocos que vociferan silencien a la mayoría que deseamos vivir en un país habitable y decente.
Necesitamos como sociedad fomentar la capacidad para seguir proyectándonos en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas muchas veces graves. Para sobrevivir como sociedad, debemos estar alertas, vigilantes y exigentes, comenzando por nosotros mismos, debemos cambiar nuestras actitudes siendo menos indolentes, más justos y solidarios, exigiéndonos nosotros primero para tener el derecho de exigirle a los que nos gobiernan, reconociendo que nuestro desarrollo como individuo y como sociedad no nos vendrá desde fuera. Al hacerlo, nos estaremos convirtiendo en una sociedad de individuos capaces de resistir hasta conseguir el objetivo: un país donde nuestros hijos puedan vivir y crecer en sanidad.
Puede hacer sus preguntas al pediatra al e-mail: marcosdiazguillén@gmail.com