Friday, July 17, 2009

En medio de este apagón irremisiblemente pienso en ti, Leonel

La rabia mezclada con una desoladora sensación de impotencia es el motor que mueve mis dedos: jueves 16 de julio, 8:40 de la noche. Hace más de dos horas que no hay energía eléctrica. Pleno siglo XXI. En la mesa donde escribo tengo dos velas: una a la derecha, otra a la izquierda. En medio una laptop. Lucho con los mosquitos para que no acaben con mi sangre y con lo que me resta de paciencia. Escribo lo más rápido posible para que no se descargue la laptop. Y llena de rabia, pienso en ti, Leonel.

(Sí, señor Presidente, sepa que pienso en usted y en que usted no está aquí. Es probable que a estas horas usted duerma confortablemente, sin preocuparse por apagones ni mosquitos, en algún confortable hotel egipcio. Si, usted está en otra de sus interminables giras. Veo las fotos por los periódicos. La página web de su gobierno se afana en destacar lo “exitoso” del viaje).

Lucho con los mosquitos. Las mechas de las velas son un pequeño punto de luz en las tinieblas de la sala de mi casa. Todo está a oscuras en este sector donde resido. Ayer hubo un apagón general. Pleno siglo XXI. El Macondo del general Aureliano Buendía nos lleva miles de años luz. Pleno siglo XXI y una laptop en medio de dos velas encendidas. Ja! Que paradoja! Pero eso es lo que es este gobierno que usted lidera señor Presidente: una paradoja. Siglo XXI (Leonel recuerdo como te vendiste en 1996, “para los nuevos tiempos”, pero el tiempo ha demostrado que contigo todo ha seguido igual, acaso peor).

Te vendiste como el paladín anticorrupción, pero a pesar de los escándalos. Sin embargo, señor Presidente, le acompaña precisamente el funcionario del área de electricidad más importante y que una investigación periodística lo acusa de corrupción.

Sigo esperando con mucha fe que llegue la luz. Tengo un ensayo que terminar, tengo cosas que hacer. (Se están gastando las velas. Mi presupuesto, Presidente, no me alcanza para comprar un inversor –con el que también haré más rico a los que siempre han vivido del negocio de los apagones). Y pienso que estamos en pleno siglo XXI, que los dominicanos y dominicanas pagamos la energía eléctrica más cara del mundo…sin recibirla! Estoy segura que la frustración no es sólo mía. Ay Presidente! Por suerte que quienes votamos no vivimos ni en El Cairo, ni en Egipto ni Palestina, es más, millones no sabemos que es el NOAL, pero lo que sí sabemos es votar cada 16 de mayo.

PD: No deje de ir al Valle de los Reyes (ya que por acá dicen que usted es un Príncipe) y si lo acompaña Zahi Hawass, mejor.

Tomado del blog PALABRAS LIBRES.