De Ligia Minaya Escritora
Pero bueno... ¿qué está pasando en mi país? Ahora resulta que hay un grupo que dice que ninguno de los candidatos los representa. Es algo para meditar y pensar en ello seriamente. Ojalá así lo hicieran los políticos. Porque cuando ninguno y ninguna representa a los que forman este movimiento y también a otros más, se ve que la cosa es seria. Toi´jarto es otro. Y si entre Ninguno y Toi'jarto una se pone a ver los porqués, la cosa no está para mirar para otra parte. Hace tiempo que los políticos han dejado de ser una esperanza. Todos los partidos mayoritarios han pasado por el Gobierno y han dejado un gran desencanto. Un país sin agua ni luz, con máxima violencia callejera, sin confianza en la Policía Nacional, ni en las Fuerzas Armadas, con el caos del tránsito, con la impunidad que ampara la corrupción, y los gobernantes no han hecho nada, y si han hecho algo nos es lo que beneficie más al pueblo, entonces, ninguno nos representa ni merece el voto.
Hay excepciones, pero éstas solo confirman las reglas. Y lo peor de todo, los que nos han gobernado quieren, como el canto del loco, repetir una y otra vez. Por eso el que sabe leer y escribir de corrido y tiene zapatos en los dos pies piensa que ninguno sirve para otra cosa más que salir en los periódicos, aparecer en la televisión, decir discursos vacío de contenido y plagado de promesas que no van a cumplir, y si por ellos hay que ir a votar, mejor quedarse en casa. Pero NINGUNO, quiero más que eso. Quiere aparecer en la boleta electoral y que la gente vote en ese espacio. Si una se queda en casa, es abstención; si tacha la boleta o le pone un No, es anulada ¿Y entonces? Por eso lo de NINGUNO.
Cuando sale a la luz pública un movimiento como Ninguno o Toi'jarto es porque algo grave está pasando. No son violentos. No queman carros, ni rompen vitrinas. Entonces es para que pongamos la cabeza a funcionar a la hora de votar, que no nos dejemos llevar por las funditas, el dinerillo por debajo de la mesa o la promesa de un empleo. Pero bueno, el bandereo, las caravanas, los afiches retocados que cubren las calles, hacen del período electoral, una fiesta. Y unos tragos en el colmadón, un locrio de salchichón en el patio del vecino, tienen el mismo efecto que una reunión a puerta cerradas para recoger la basura política tirada en la calle o dar una posición a un trásfuga. Es verdad que cada voto es igual al otro, pero si uno analiza un poco, no es lo mismo el que vota por conseguir una prebenda, que el que vota por la esperanza del cambio para mejor.
Desgraciadamente los cosas no son como una las quiere, sino como la manipulan los políticos, y hay votos y "votos", y cada quien jala para su lado ¿y el país, qué? Pues muy bien, gracias, que ninguno alcanzará a votar por Ninguno, ni por Toi'jarto, y seguiremos sin agua y sin luz hasta que el cuerpo aguante. Pero como no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, yo pregunto ¿cuánto de aguante llevamos y cuanto nos queda por aguantar? ¿Faltarán mucho?.
Denver, Colorado
Pero bueno... ¿qué está pasando en mi país? Ahora resulta que hay un grupo que dice que ninguno de los candidatos los representa. Es algo para meditar y pensar en ello seriamente. Ojalá así lo hicieran los políticos. Porque cuando ninguno y ninguna representa a los que forman este movimiento y también a otros más, se ve que la cosa es seria. Toi´jarto es otro. Y si entre Ninguno y Toi'jarto una se pone a ver los porqués, la cosa no está para mirar para otra parte. Hace tiempo que los políticos han dejado de ser una esperanza. Todos los partidos mayoritarios han pasado por el Gobierno y han dejado un gran desencanto. Un país sin agua ni luz, con máxima violencia callejera, sin confianza en la Policía Nacional, ni en las Fuerzas Armadas, con el caos del tránsito, con la impunidad que ampara la corrupción, y los gobernantes no han hecho nada, y si han hecho algo nos es lo que beneficie más al pueblo, entonces, ninguno nos representa ni merece el voto.
Hay excepciones, pero éstas solo confirman las reglas. Y lo peor de todo, los que nos han gobernado quieren, como el canto del loco, repetir una y otra vez. Por eso el que sabe leer y escribir de corrido y tiene zapatos en los dos pies piensa que ninguno sirve para otra cosa más que salir en los periódicos, aparecer en la televisión, decir discursos vacío de contenido y plagado de promesas que no van a cumplir, y si por ellos hay que ir a votar, mejor quedarse en casa. Pero NINGUNO, quiero más que eso. Quiere aparecer en la boleta electoral y que la gente vote en ese espacio. Si una se queda en casa, es abstención; si tacha la boleta o le pone un No, es anulada ¿Y entonces? Por eso lo de NINGUNO.
Cuando sale a la luz pública un movimiento como Ninguno o Toi'jarto es porque algo grave está pasando. No son violentos. No queman carros, ni rompen vitrinas. Entonces es para que pongamos la cabeza a funcionar a la hora de votar, que no nos dejemos llevar por las funditas, el dinerillo por debajo de la mesa o la promesa de un empleo. Pero bueno, el bandereo, las caravanas, los afiches retocados que cubren las calles, hacen del período electoral, una fiesta. Y unos tragos en el colmadón, un locrio de salchichón en el patio del vecino, tienen el mismo efecto que una reunión a puerta cerradas para recoger la basura política tirada en la calle o dar una posición a un trásfuga. Es verdad que cada voto es igual al otro, pero si uno analiza un poco, no es lo mismo el que vota por conseguir una prebenda, que el que vota por la esperanza del cambio para mejor.
Desgraciadamente los cosas no son como una las quiere, sino como la manipulan los políticos, y hay votos y "votos", y cada quien jala para su lado ¿y el país, qué? Pues muy bien, gracias, que ninguno alcanzará a votar por Ninguno, ni por Toi'jarto, y seguiremos sin agua y sin luz hasta que el cuerpo aguante. Pero como no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, yo pregunto ¿cuánto de aguante llevamos y cuanto nos queda por aguantar? ¿Faltarán mucho?.
Denver, Colorado