Ciudades enteras de China están bajo polvo y grava. También se sintió en Taiwán
Respirar el polvo puede provocar problemas respiratorios.
China. Tormentas de arena cubrieron ayer ciudades enteras de China con una nube de polvo y grava, impulsadas por vientos que transportan la polución fuera del territorio continental hasta lugares vecinos como Hong Kong o Taiwán.
Las tormentas demuestran los efectos de la desertificación: un exceso de pastoreo, deforestación, crecimiento urbano y sequía han expandido los desiertos en el norte y oeste del país.
Las cambiantes arenas se han acercado de forma gradual a las zonas pobladas y han reforzado las tormentas de arena que azotan ciudades, particularmente en la primavera.
Los vientos del noroeste han barrido arena a través del país desde el sábado, desde Xinjiang en el oeste hasta Beijing en el este. La arena y polvo llegaron a zonas del sur de China e incluso a ciudades de Taiwán, a unos 2.600 kilómetros (1.600 millas) de distancia del centro de Mongolia, donde se originó mucha de la polución.
La tormenta de arena en Taiwán, una isla a unos 160 kilómetros (100 millas) del territorio continental chino, forzó a la gente a cubrirse la cara para no respirar el polvo que puede provocar molestias en el pecho y problemas respiratorios, incluso a gente sana. Los conductores se quejaban de que sus vehículos quedaron cubiertos con una capa de hollín negro en tan sólo 10 minutos.
El aeropuerto del islote de Matsu, controlado por Taiwán, suspendió sus servicios el pasado domingo debido a la poca visibilidad causada por la tormenta.
En Hong Kong, funcionarios del Departamento de Protección Ambiental dijeron que los niveles de polución aumentaban a medida que la tormenta avanzaba hacia el sur. Unas 20 personas de edad avanzada tuvieron que ser asistidas por médicos debido a dificultades para respirar, reportó la radio RTHK de Hong Kong.
El gobierno de Hong Kong pidió a la gente que se mantuviera dentro de los edificios y a las escuelas que cancelaran la práctica de deportes.
Se espera que la última tormenta azote Corea del Sur hoy, dijo Kim Seung-bum, de la agencia meteorológica del país.
De Diario Libre
Las tormentas demuestran los efectos de la desertificación: un exceso de pastoreo, deforestación, crecimiento urbano y sequía han expandido los desiertos en el norte y oeste del país.
Las cambiantes arenas se han acercado de forma gradual a las zonas pobladas y han reforzado las tormentas de arena que azotan ciudades, particularmente en la primavera.
Los vientos del noroeste han barrido arena a través del país desde el sábado, desde Xinjiang en el oeste hasta Beijing en el este. La arena y polvo llegaron a zonas del sur de China e incluso a ciudades de Taiwán, a unos 2.600 kilómetros (1.600 millas) de distancia del centro de Mongolia, donde se originó mucha de la polución.
La tormenta de arena en Taiwán, una isla a unos 160 kilómetros (100 millas) del territorio continental chino, forzó a la gente a cubrirse la cara para no respirar el polvo que puede provocar molestias en el pecho y problemas respiratorios, incluso a gente sana. Los conductores se quejaban de que sus vehículos quedaron cubiertos con una capa de hollín negro en tan sólo 10 minutos.
El aeropuerto del islote de Matsu, controlado por Taiwán, suspendió sus servicios el pasado domingo debido a la poca visibilidad causada por la tormenta.
En Hong Kong, funcionarios del Departamento de Protección Ambiental dijeron que los niveles de polución aumentaban a medida que la tormenta avanzaba hacia el sur. Unas 20 personas de edad avanzada tuvieron que ser asistidas por médicos debido a dificultades para respirar, reportó la radio RTHK de Hong Kong.
El gobierno de Hong Kong pidió a la gente que se mantuviera dentro de los edificios y a las escuelas que cancelaran la práctica de deportes.
Se espera que la última tormenta azote Corea del Sur hoy, dijo Kim Seung-bum, de la agencia meteorológica del país.
De Diario Libre
