Colombo...
Del 27 de febrero de 1844 a esta parte, pasando por sus batallas de marzo, han sucedido cosas como estas: traiciones a los padres de la Patria, golpes de Estado por un quítame esta paja, entrega del país a potencias extranjeras, elecciones fraudulentas por el bien de la democracia, incumplimientos a granel de promesas presidenciales, aventureros investidos de generales, dictaduras sin que nadie las deseara, exilios de ex presidentes irresponsables, vueltas al poder de presidentes y tiranos derrocados, robos de erario jamás penalizados, invasiones extranjeras pedidas por traidores a la patria, ajusticiamiento de tiranos, masacres, asesinatos, genocidios, desapariciones y torturas en nombre de la seguridad del Estado y héroes populares que dejaron sus huesos en cualquier lugar de la isla, con tal de que "esto" se siguiera llamando República Dominicana. En realidad no ha habido muchos cambios del 1844 a esta parte, salvo que entonces no se hacían tapones en los cruces de los caminos, nadie pedía o daba sexo antes de matrimoniarse y era inimaginable hasta para Julio Verne la posibilidad de escribir disparates para ser leídos de inmediato en todos los confines del universo.
Del 27 de febrero de 1844 a esta parte, pasando por sus batallas de marzo, han sucedido cosas como estas: traiciones a los padres de la Patria, golpes de Estado por un quítame esta paja, entrega del país a potencias extranjeras, elecciones fraudulentas por el bien de la democracia, incumplimientos a granel de promesas presidenciales, aventureros investidos de generales, dictaduras sin que nadie las deseara, exilios de ex presidentes irresponsables, vueltas al poder de presidentes y tiranos derrocados, robos de erario jamás penalizados, invasiones extranjeras pedidas por traidores a la patria, ajusticiamiento de tiranos, masacres, asesinatos, genocidios, desapariciones y torturas en nombre de la seguridad del Estado y héroes populares que dejaron sus huesos en cualquier lugar de la isla, con tal de que "esto" se siguiera llamando República Dominicana. En realidad no ha habido muchos cambios del 1844 a esta parte, salvo que entonces no se hacían tapones en los cruces de los caminos, nadie pedía o daba sexo antes de matrimoniarse y era inimaginable hasta para Julio Verne la posibilidad de escribir disparates para ser leídos de inmediato en todos los confines del universo.
