Un cotejo de datos sobre la controversial novela "Memorias de una dama", del peruano Santiago Roncagliolo, conduce a uno de los más sonados escándalos literarios de los últimos años.
Según se ha publicado, el autor habría convertido en una novela de ficción lo que inicialmente escribió como una autobiografía por encargo, por lo cual habría cobrado una determinada suma. La novela, titulada "Memorias de una dama", con algunos cambios y la incorporación de elementos de ficción, estaría basada en el contenido de un manuscrito titulado "Los lobos en el paraíso, memorias de Nelia Barletta de Cates".
Algunos diarios han reseñado que los descendientes de la señora Barletta habrían pagado para que el libro no circulara en la República Dominicana o que habían comprado la totalidad de los ejemplares. Consultados al respecto, Miguel Barletta respondió tajantemente: "No hemos pagado en lo absoluto por los derechos de ninguna publicación con ese o cualquier otro título, a editorial o persona alguna, ni tampoco comprado los ejemplares que pudieran haberse distribuido".
Acerca de las especulaciones relacionadas con supuestos cambios hechos por el autor de la autobiografía original para convertirla en una novela después de la muerte de su madre, Barletta comentó que "no acostumbramos a tratar públicamente temas familiares", una respuesta similar a la que le diera al periodista colombiano Gerardo Reyes, según reportaje publicado en enero pasado por El Nuevo Herald de Miami.
Una crónica bajo la firma de Lina Vargas, de la Revista Arcadia (Publicaciones Semana, Colombia), refiere que a la redacción de la revista llegó un correo electrónico que tenía como anexo el contrato que se presume firmaron las partes: "El misterioso remitente saluda a la revista desde República Dominicana -aunque, después de un rastreo de la dirección se supo que el correo había sido enviado desde México. En adjunto, aparece un boceto de contrato fechado en Madrid en julio de 2009 para ser firmado por Santiago Roncagliolo, Santillana Ediciones (casa matriz) y Miguel y Nelia (Nellyta) Barletta, apoderados por uno de los abogados del prestigioso bufete Ramón Hermosilla y Gutiérrez de la Roza, con oficinas en España, Estados Unidos, Brasil y México". Aparentemente se trata del mismo boceto que fue distribuido a varios medios y reseñado incluso en la edición de Clave, del 4 de marzo del año en curso. Fuentes que afirman haber tenido acceso al referido contrato, señalan que existe una cláusula al tenor de la cual Santiago Roncagliolo conviene pagar una indemnización a la familia Barletta por el uso indebido de la obra que había escrito bajo encargo y que como tal pertenecía a los descendientes de la señora Barletta.
Omar Guerrero, también peruano, amigo y colega de Roncagliolo, cuenta en su blog (http://supaylibros.blogspot.com) que mientras desayunaba con otros autores éste les llegó a comentar que "por necesidad y por deseos de surgir como escritor fuera de su patria tuvo que volverse un 'negro literario', fue así que mencionó el caso de una distinguida señora de avanzada edad que lo contrató con tal de que se escriba su biografía tal como ella lo pedía". "Increíblemente para nuestros oídos", agrega, "se contaba la misma historia con la que se da origen a Memorias de una dama (Alfaguara, 2009)".
Según se desprende del cotejo de información, la idea de la obra encargada pudo haber sido utilizada como presión en un litigio que la señora había iniciado en 1976, a raíz del fallecimiento de su padre, Amadeo Barletta. El cotejo de este reporte periodístico con uno anterior publicado en 1999 por el mismo diario de la Florida, lo asocia a la referida litis. De acuerdo con lo que se publicó en su momento, en el caso se involucró también a una entidad bancaria y sus principales ejecutivos, y se atacaban decisiones que su padre habría tomado antes de su muerte, aparentemente destinadas a asegurar la continuidad de los negocios que componían el patrimonio familiar. Esta versión difundida durante el proceso cobró fuerza en los ambientes empresariales dominicanos, cuando a finales de la década de los 90, en lo que parece haber sido una reactivación del litigio, circuló una publicación sin autor conocido ("Historia secreta de un fraude"), en la que se formulaban las mismas acusaciones que se insinúan en "Memorias de una dama" sobre el alegado despojo de la herencia de su padre.
"Memorias de una dama" fue lanzada en marzo del año pasado, con una tirada inicial de 29,556 ejemplares, según se lee en ejemplares que han logrado llegar al país. Se desconoce cuántos de ellos fueron vendidos y distribuidos por Alfaguara, aunque por distintas vías, la editora ha confirmado que decidió no distribuir la obra en el país y en otras partes del mundo. En conclusión, todo parece sugerir que Roncagliolo utilizó sin autorización el material correspondiente a "Los Lobos en el Paraíso", al cual introdujo además elementos de ficción para convertirlo en la novela que luego vendió a Alfaguara y que ésta publicó como "Memorias de una dama".
La actitud de Alfaguara luego de la tirada probablemente es indicativa de que desconocía estos hechos y aunque decidió suspender la difusión de la obra, ha preferido adoptar una posición que no ponga en entredicho la imagen de su laureado escritor.
Según se ha publicado, el autor habría convertido en una novela de ficción lo que inicialmente escribió como una autobiografía por encargo, por lo cual habría cobrado una determinada suma. La novela, titulada "Memorias de una dama", con algunos cambios y la incorporación de elementos de ficción, estaría basada en el contenido de un manuscrito titulado "Los lobos en el paraíso, memorias de Nelia Barletta de Cates".
Algunos diarios han reseñado que los descendientes de la señora Barletta habrían pagado para que el libro no circulara en la República Dominicana o que habían comprado la totalidad de los ejemplares. Consultados al respecto, Miguel Barletta respondió tajantemente: "No hemos pagado en lo absoluto por los derechos de ninguna publicación con ese o cualquier otro título, a editorial o persona alguna, ni tampoco comprado los ejemplares que pudieran haberse distribuido".
Acerca de las especulaciones relacionadas con supuestos cambios hechos por el autor de la autobiografía original para convertirla en una novela después de la muerte de su madre, Barletta comentó que "no acostumbramos a tratar públicamente temas familiares", una respuesta similar a la que le diera al periodista colombiano Gerardo Reyes, según reportaje publicado en enero pasado por El Nuevo Herald de Miami.
Una crónica bajo la firma de Lina Vargas, de la Revista Arcadia (Publicaciones Semana, Colombia), refiere que a la redacción de la revista llegó un correo electrónico que tenía como anexo el contrato que se presume firmaron las partes: "El misterioso remitente saluda a la revista desde República Dominicana -aunque, después de un rastreo de la dirección se supo que el correo había sido enviado desde México. En adjunto, aparece un boceto de contrato fechado en Madrid en julio de 2009 para ser firmado por Santiago Roncagliolo, Santillana Ediciones (casa matriz) y Miguel y Nelia (Nellyta) Barletta, apoderados por uno de los abogados del prestigioso bufete Ramón Hermosilla y Gutiérrez de la Roza, con oficinas en España, Estados Unidos, Brasil y México". Aparentemente se trata del mismo boceto que fue distribuido a varios medios y reseñado incluso en la edición de Clave, del 4 de marzo del año en curso. Fuentes que afirman haber tenido acceso al referido contrato, señalan que existe una cláusula al tenor de la cual Santiago Roncagliolo conviene pagar una indemnización a la familia Barletta por el uso indebido de la obra que había escrito bajo encargo y que como tal pertenecía a los descendientes de la señora Barletta.
Omar Guerrero, también peruano, amigo y colega de Roncagliolo, cuenta en su blog (http://supaylibros.blogspot.com) que mientras desayunaba con otros autores éste les llegó a comentar que "por necesidad y por deseos de surgir como escritor fuera de su patria tuvo que volverse un 'negro literario', fue así que mencionó el caso de una distinguida señora de avanzada edad que lo contrató con tal de que se escriba su biografía tal como ella lo pedía". "Increíblemente para nuestros oídos", agrega, "se contaba la misma historia con la que se da origen a Memorias de una dama (Alfaguara, 2009)".
Según se desprende del cotejo de información, la idea de la obra encargada pudo haber sido utilizada como presión en un litigio que la señora había iniciado en 1976, a raíz del fallecimiento de su padre, Amadeo Barletta. El cotejo de este reporte periodístico con uno anterior publicado en 1999 por el mismo diario de la Florida, lo asocia a la referida litis. De acuerdo con lo que se publicó en su momento, en el caso se involucró también a una entidad bancaria y sus principales ejecutivos, y se atacaban decisiones que su padre habría tomado antes de su muerte, aparentemente destinadas a asegurar la continuidad de los negocios que componían el patrimonio familiar. Esta versión difundida durante el proceso cobró fuerza en los ambientes empresariales dominicanos, cuando a finales de la década de los 90, en lo que parece haber sido una reactivación del litigio, circuló una publicación sin autor conocido ("Historia secreta de un fraude"), en la que se formulaban las mismas acusaciones que se insinúan en "Memorias de una dama" sobre el alegado despojo de la herencia de su padre.
"Memorias de una dama" fue lanzada en marzo del año pasado, con una tirada inicial de 29,556 ejemplares, según se lee en ejemplares que han logrado llegar al país. Se desconoce cuántos de ellos fueron vendidos y distribuidos por Alfaguara, aunque por distintas vías, la editora ha confirmado que decidió no distribuir la obra en el país y en otras partes del mundo. En conclusión, todo parece sugerir que Roncagliolo utilizó sin autorización el material correspondiente a "Los Lobos en el Paraíso", al cual introdujo además elementos de ficción para convertirlo en la novela que luego vendió a Alfaguara y que ésta publicó como "Memorias de una dama".
La actitud de Alfaguara luego de la tirada probablemente es indicativa de que desconocía estos hechos y aunque decidió suspender la difusión de la obra, ha preferido adoptar una posición que no ponga en entredicho la imagen de su laureado escritor.