El control “de hecho” del aeropuerto de Puerto Príncipe, el Palacio de Gobierno, el Parlamento y demás instalaciones estratégicas de la capital Puerto Príncipe, indican que el Presidente de Haití, René Préval, habría llegado (algunos dicen, incluso, firmado) un acuerdo secreto (paralelo a un memorando de entendimiento) que entrega el control del gobierno haitiano a los Estados Unidos.
Hillary Clinton, primer alto cargo estadounidense que viajó al devastado país, llegó a Puerto Príncipe a primera hora de la tarde del pasado 16 de enero en un avión de carga de la Guardia Costera de EEUU repleto de suministros como agua, jabón, comida y papel higiénico, e inmediatamente se entrevistó con el presidente Préval. La secretaria de Estado viajó acompañada del director de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), Rajiv Shah.
Bajo un "memorando de entendimiento" suscrito entre ambos países, la Fuerza Aérea de Estados Unidos comenzó a controlar el tráfico en el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, un recinto que Hillary Clinton no abandonó en ningún momento, sensible a las sugerencias de que su presencia en Haití podía crear malestar en la población, lo que perjudicaría directamente las operaciones de rescate.
Préval teme su propio derrumbe. La situación de ingobernabilidad es evidente. El palacio del gobierno quedó destruído, al igual que la sede del legislativo. Varios diputados se encuentran desaparecidos. De éste clima de zozobra se agarra EEUU para tomar el control del un país en ruinas.
Hillary Clinton, durante su visita subrayó las dificultades que entraña la situación en Haití, donde el Gobierno no funciona y donde se empiezan a tener preocupantes noticias sobre crecientes casos de violencia y problemas de seguridad.
La población abandonada
El mundo entero se ha solidarizado con Haití. Bien sea movidos por la caridad burguesa o por la solidaridad proletaria, la tragedia fue de tal magnitud que tocó el corazón de los habitantes del planeta. No obstante, la ayuda no ha llegado al pueblo de Haití.
El aereopuerto, en manos de EEUU, ha generado un sistema de control y acaparamiento de los alimentos, el agua y toda la ayuda humanitaria que arriba a la isla.
Fuentes que prefieren el anonimato son testigos que un pequeñísimo porcentaje de la ayuda internacional llega a Haití. Muchas veces, los aviones ni siquiera pueden aterrizar en el aereopuerto de Puerto Príncipe porque EEUU no da permiso de aterrizaje, o si lo da, lo otorga cuando las condiciones de vuelo son adversas (horario nocturno, por ejemplo, recordemos que no hay luz electrica).